Industriales, agroganaderos y el propio Ministerio de Hacienda manifestaron la importancia de mitigar, de alguna manera, las dificultades en la que se desarrolla la economía a nivel mundial para que Paraguay no sea afectada de forma brusca, como otros países de la región. “El comercio de frontera tuvo ralentización, algunas actividades comerciales fueron afectadas por choques de oferta, este es el caso de las binacionales que disminuyeron su producción por factores climáticos como la sequía que tuvo lugar en Brasil”, dijo Mora.
Mora citó al sector ganadero y en especial al cárnico como otra parte de la economía que produjo menor cantidad de faenamiento y menor ritmo de crecimiento de la producción, sin embargo, señaló que estas actividades no tienen un problema de demanda porque exportan a casi 60 mercados, pero por los altos niveles de crecimiento de los años anteriores se resintió el negocio y obtuvo menores resultados. Según Mora, el potencial del crecimiento del país está en torno a un 4,1% y hoy se ubica en un 3,7%, levemente por debajo de lo estimado.
“Lo que puede hacer el BCP es tomar medidas como la reducción de la tasa de política monetaria para tratar de coadyuvar al mayor dinamismo de las actividades económicas. Otra medida del Gobierno guarda relación con el aumento del gasto y las inversiones en infraestructura”, acotó Mora.
El presidente de la Cadiem, César Paredes, añadió otros aspectos comerciales que también muestran indicios de daño, como la disminución de la exportación de carne por efecto del precio, motivo que hizo que Brasil y Argentina estén con mejores ofertas y por ende con mayor presencia en el mercado.
“Hay dos sectores que mueven mucho y que están parados, el primero es la construcción –intensiva en mano de obra–, ya sea por financiamiento privado o por construcción pública para adjudicación privada, el financiamiento para la vivienda debería ser más barato para generar empleo. Convertir a este sector en un motor de desarrollo”, sostuvo Paredes.
Según Paredes, el crédito inmobiliario debería estar a la mitad de las tasas actuales, que van entre el 8% al 10% aproximadamente. El otro segmento es el comercial –también intensivo en mano de obra–, que estaba sostenido por el ingreso de turistas en vista a que el consumo local nunca se recuperó de la implementación de la Ley de Tarjetas.
“Debería corregirse la Ley de Tarjetas, que excluyó mucha gente desde su vigencia, llevando este servicio por lo menos a tasas similares a los de las tarjetas de las cooperativas, para resucitar un sector que moviliza mucha mano de obra como el comercial”, recomendó Paredes.
Estos dos sectores necesitan empezar a moverse, de acuerdo a Paredes, para generar ingresos y con ello poner fuerza en el consumo, que es el sostén principal de toda economía.
Industriales
Las medidas que el presidente de la Cadiem consideró aplicables para mejorar las circunstancias en la que la industria se encuentra son: acelerar la devolución del IVA a los exportadores; endurecer temporalmente aranceles para la importación de ciertos productos como el tomate, impidiendo la entrada al país de dicho producto; dejar subir el tipo de cambio (que desde hace tiempo es sostenido por ventas de dólares del BCP) para hacer más caras las importaciones; evitar el gasto de paraguayos en el exterior –viajes y compras de artículos extranjeros– para así contribuir al consumo de productos locales.
“Con la inflación en niveles controlados, hay espacio para aumentar el tipo de cambio, que es una medida inmediata. Está costando que empiece a girar la rueda, las grandes obras no se sienten y las pequeñas obras están paradas, esto genera incertidumbre en el consumidor, que posterga sus decisiones de gasto e inversión, por ende, la economía queda estancada”, argumentó Paredes.
Por último, Paredes reiteró que estas situaciones son meramente coyunturales y durarán poco tiempo. “La estabilidad económica no está en riesgo, la rueda va a volver a girar y volveremos a retomar la senda del crecimiento”, concluyó.
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