“Si vemos desde este punto de vista, podemos interpretar que Paraguay avanzó en su posicionamiento, factor que incide para que los inversores nos vean como un país de menor riesgo, y por ello, estén dispuestos a ofertar a una menor tasa”, afirmó.
Para Ferreira es importante recordar que esa tasa se construye a partir de un proceso competitivo en el que los inversores interesados presentan sus ofertas por medio de una subasta, y al final de esa puja, los que ofrecen tasas más bajas son los adjudicados con el bono soberano.
A la par, otro dato sustancial, según Ferreira, reside en que la oferta fue sobresuscripta hasta casi ocho veces, es decir, se recibieron ofertas de casi ocho veces más de la emisión.
“El país hace el anuncio formal de que el bono está a la venta en el mercado internacional, en este caso en la Bolsa de Valores de Nueva York, y ahí los inversores tienen la oportunidad de inscribirse en un libro manifestando su interés de comprar dicho bono. Ahí los mismos dicen qué monto les gustaría comprar y a qué tasas de rendimiento de los bonos”, explicó Ferreira, y además recordó que el país realiza emisión de bonos soberanos en el mercado internacional desde 2013, con una frecuencia de uno por año.
Utilización
Cerca del 60% se destinará a la administración de deuda, es decir, para pagar otros vencimientos que se tienen en 2020, y el 40% restante irá destinado al financiamiento de obras públicas, informó el analista.
Futuro
A la consulta de si es buena idea seguir emitiendo bonos soberanos, Ferreira contestó: “Debemos enfocarnos en tratar de revertir el déficit fiscal, mediante un régimen tributario que nos permita recaudar más, reduciendo así la evasión y potenciando la formalización. De esta manera se tendrá menor dependencia de este tipo de emisiones. Incluso con eso volveríamos a registrar un superávit fiscal, tal como lo tuvimos de 2004 al 2012”.
Por último, dijo que eventualmente podrían lanzarse pequeñas emisiones a los efectos de mantener la curva de las tasas.
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