Esto fue durante el evento Paraguay 2025: Hacia una agenda para transformar, llevado a cabo ayer en el centro de convenciones del Banco Central del Paraguay (BCP), donde participaron cinco exministros de Hacienda: Manuel Ferreira, Germán Rojas, Santiago Peña, Lea Giménez, César Barreto y como moderador el actual titular Benigno López.
Barreto habló sobre un posible modelo de jubilaciones y pensiones que convendría adoptar. “Probablemente va a tener algún tipo de déficit, pero se financiará con contribuciones en un 80% y capaz conviene poner un tope de 10 salarios mínimos, es decir, se aporta por 10 salarios mínimos como máximo y se jubila con esos 10 salarios mínimos como máximo”, explicó.
Para Barreto uno de los problemas más grandes, en lo que respecta al sistema de jubilaciones, es que los años de aporte en promedio no llegan nunca a lo óptimo que se requiere, entonces habría que establecer 30 años como regla, teniendo en cuenta que otros países como Brasil llegan actualmente a los 35 años para el 100% de la jubilación. El exministro aclaró que este sistema podría ir variando con el tiempo, pero es necesario poner reglas básicas para comenzar.
Por otro lado, recomendó que haya una administradora del sector privado y otra para el sector público, ambas autónomas y que se elimine el financiamiento de Hacienda en casos de déficit. A la vez, sostuvo que podría crearse un sistema complementario (con capitalización individual o no) para aquellos que quieran ahorrar más y tengan la capacidad de hacerlo.
Con este modelo, Barreto indicó que las reglas deben ser iguales para todos: 30 años de aporte para el 100% de jubilación, 65 años como piso de jubilación, posterior reducción de jubilación por cada año que no se aportó, entre otros aspectos. No obstante, el exministro, a pesar de su recomendación, consideró que el debate sobre modelos jubilatorios es muy complejo.
“Esta es una reforma que seguramente llevará por lo menos 10 años para concretarla, el primer paso es crear una Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones y el control de inversión de los fondos para ordenar el sistema que tenemos”, apuntó Barreto, y también añadió que “actualmente existe aproximadamente US$ 3.000 millones entre todas las cajas y que sería viable redireccionar esos fondos”.
“Podemos usar esos fondos de pensiones para endeudarnos a nivel local a 30 años y en guaraníes para financiar parte de la infraestructura que hoy financiamos con endeudamiento extranjero y en dólares. Eso disminuiría sustancialmente el riesgo de la economía paraguaya en su conjunto”, propuso. Como ejemplo puso a Argentina, un país con consecuencias graves por tener deuda en dólares, dejándolo a expensas de un mercado internacional que lo cataloga dependiendo de las contingencias que tiene.
El exministro aprovechó el momento para afirmar que “no existe modelo de jubilaciones y pensiones perfecto” y comentó que antes consideraba al sistema chileno de capitalización individual como el mejor, sin embargo, al observar las consecuencias, ahora cree que los problemas estructurales de un país no se pueden resolver solo adoptando un modelo jubilatorio de capitalización.
Perspectiva regional
Por su parte, el exministro de Hacienda, Manuel Ferreira, consideró que “el tema de pensiones es un problema en toda América Latina, no obstante, lo nuestro es simple de solucionar pero el año pasado rechazamos la ley que creaba la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, que puede servir para administrar el principal ahorro del país”, recordó Ferreira, quien también expresó que el país tiene la responsabilidad de incluir a la gente en un sistema de vida digna porque en la actualidad solamente el 22% de la población está dentro del sistema de pensiones.
A nivel regional, Ferreira sostuvo que Paraguay es el país con menor participación de pensiones en América Latina, solamente superado en la mala gestión por Bolivia. Como recomendación, Ferreira instó a aprender del caso brasileño, donde hicieron un ajuste muy fuerte por no tratar el tema a tiempo. “En Brasil no alcanzaban los fondos y eso generaba un esquema tributario que le hizo perder competitividad a las empresas brasileñas, por eso Brasil no crece y tiene desempleo”, finalizó.
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