¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Empezó hace 12 años, en el 2011, cuando todavía no existía en el mercado un producto dulce con presentación diferenciada para los extranjeros que visitan Paraguay y quieran llevar como obsequio un pedazo de nuestro país. Por eso, en Dulce Manjar siempre apuntamos a dar a conocer lo nuestro a través de nuestras cajas de alfajores.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresaria?
La falta de financiamiento acorde a las necesidades de crédito de las pymes. Y para nosotros, que estamos en el sector de alimentos, el mayor obstáculo siempre fue la burocracia a la hora de obtener los registros sanitarios.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresaria?
En primer lugar, poder dar fuentes de trabajo. Después, demostrar que en Paraguay si uno quiere puede hacer las cosas bien y fabricar productos de excelente calidad sin nada que envidiar a los fabricados en el extranjero.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Emprender no es fácil, tiene sus obstáculos, pero uno debe poner la mirada en los objetivos y en las metas trazadas; y para ello se necesita mucha resistencia y resiliencia por el camino.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
En estos últimos años hay muchos programas y capacitaciones para la mipymes de parte del MIC, los que realmente son muy provechosos para los emprendedores.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
Creo que el empresario paraguayo tiene garra, es fuerte y se anima a dar un paso más siempre. En cuanto al mayor defecto creo que es el que muchas veces se quedan en hacer “así nomás las cosas”, en vez de buscar la excelencia.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Yo particularmente empecé ya con una formación en nutrición, y por el camino fui aprendiendo de manera práctica. Pero me fue necesario hacer un MBA para empaparme de todo lo que se necesita dentro de una empresa para ir creciendo.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
Dos. La Biblia, y Una Vida con Propósito, de Rick Warren.
¿Cuál es la recomendación para mantener a su equipo motivado?
En primer lugar es fundamental una comunicación clara. Y, por supuesto, no menos importante es el reconocimiento por la buena labor llevada a cabo; sin olvidar el ofrecerles capacitaciones constantes a los colaboradores.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
A mí lo que me saca el estrés es leer la Biblia. Tengo un grupo donde leemos y compramos tomos, y compartimos.
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