InfoNegocios conversó con el exministro de Hacienda, Germán Rojas, quien habló de algunos temas vigentes dentro la economía y la política en nuestro país. El impacto del coronavirus en la economía, la posible reforma del Estado, nuevos tributos y otros puntos fueron los temas a los que Rojas se refirió.
El exministro Manuel Ferreira había dicho en una entrevista que la pandemia generará más pobres que enfermos, ¿usted coincide con esto?
Sí, me parece que la pandemia reconfigurará muchas cosas. El impacto se da en la cadena de pagos, la circulación de dinero se corta de forma más lenta en los canales formales, pero en los informales se corta mucho más rápido.
El desempleo es uno de los principales temores del ciudadano de a pie, ¿el Estado tiene cómo disminuir lo más que se pueda el índice de despidos en estos meses?
Esto dependerá mucho de que en general entendamos que debemos ayudarnos entre todos. El aislamiento es una cuestión de supervivencia, por lo tanto debemos seguir las recomendaciones y respetar las medidas del Gobierno.
Es por aquí donde empieza todo, lo principal es encargarse de que el sistema sanitario no colapse y luego hay que preocuparse por lo demás.
Más allá de los recortes salariales anunciados por el Ejecutivo, ¿le parece que se debería aprovechar el momento para reformar el Estado?
Es un buen momento para repensar el modelo de Estado que tenemos y es una pregunta que se están haciendo todos los países afectados por el COVID-19. De cada G. 100 que se contribuye en impuestos G. 70 van a parar a salarios y no queda para comprar medicamentos o invertir en infraestructura, entonces los contribuyentes no vemos resultados de lo que pagamos.
Hay que suprimir los gastos que son innecesarios para el Estado, es la misma lógica que una familia tiene cuando empieza a analizar sus finanzas, cuando hay menos ingresos se debe determinar dónde cortar
Hay gente muy capacitada que está trabajando dentro del Estado, ¿lo correcto no sería establecer mejores concursos?
A eso iba a llegar, si se hace la comparación entre un funcionario público y uno del sector privado, es común que el funcionario público gane mejor. Sin embargo, hay que profundizar el análisis para que gente capaz dentro de la función pública no gane menos siendo que presta un servicio de calidad.
Me parece que hay que establecer mediciones entre la cantidad de gente que está dentro de una oficina pública y el servicio que prestan para que se justifiquen los salarios. Todo esto requiere de una reingeniería.
¿Es posible que el consumo disminuya si los funcionarios públicos tienen menos ingresos?
Esa es una consecuencia lógica. No solo ocurrirá eso, se dispara la dificultad de pagar deudas e inclusive servicios básicos, porque cada persona establece la estructura de sus gastos y sus posibilidades de endeudamiento de acuerdo a sus ingresos.
¿No le parece también que es el momento indicado para gravar a los grandes productores de soja y tabaco?
Totalmente, pero yo veo esto desde un espectro más amplio, debe ser progresivo. El que gana más, que contribuya más, eso debería ser así, pero yo preferiría una reforma tributaria que incluya impuestos a la tierra, si alguien posee un terreno con composición productiva más rica, que se establezca un cálculo y se imponga un tributo.
Hay que incluir algo así, porque si no el que menos tiene, siempre será el que terminará pagando la mayor parte de lo que el Estado necesita para funcionar.
¿Cuáles pueden ser otras fuentes de ingreso de las instituciones públicas?
Con gravar la tierra nada más se pueden sacar muchos recursos importantes. Por ejemplo, las municipalidades actualmente no recaudan nada porque saben que reciben los tan nombrados royalties. Esto hace que los municipios no se muevan, entonces, se podría usar este tributo sobre la posesión de terrenos productivos para que se vuelvan ingresos autónomos de las municipalidades y empiecen a brindar mejores servicios a su comunidad, así también estos royalties que se les está otorgando se utilicen en otras cosas.
¿Es riesgoso continuar endeudándonos?
Creo que deberíamos olvidar todo lo que no sea preservar la vida. Ya veremos después cómo solucionamos este tema porque si solo vemos el margen de endeudamiento vamos a perder tiempo, el secreto es el control y que estos recursos se usen para lo que están destinados.
Es importante controlar los US$ 1.600 millones para que no sean objeto de enriquecimiento en perjuicio de muchos. El desafío que tenemos como sociedad con la pandemia es el de demostrar nuestra cara más solidaria y menos egoísta, si es que alguna vez necesitábamos de un elemento que nivele a todos, es este.
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