¿Cómo empezó su carrera empresarial?
El desafío fue probar si podía hacer crecer un negocio propio, como pensaba, algo que ya estaba haciendo para otros durante todo el periodo anterior, al cual le estoy extremadamente agradecido.
Por supuesto, (el turismo) en un rubro muy delicado, y gracias a la perseverancia, claridad de objetivos y un gran equipo de colaboradores, pasamos de ser número 52, en el 2010, a posicionarnos como top 3 en el 2016 en el mercado minorista. Y a partir de ese momento iniciamos otra etapa, la de regionalización de servicios, y tomamos el desafío de crecer en el noreste argentino.
Actualmente este hobby, luego de unirnos a otra empresa líder del sector como Kostas Viajes, y con nuevos emprendimientos en la industria, nos ubicó como líderes del mercado minorista de Paraguay.
Finalmente desarrollé experiencia en la compra de empresas pequeñas o inicio de nuevos negocios desde cero, para hacerlos crecer agregándoles valor comercial, administrativo y financiero.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresario?
Existen muchos. El desafío diario de un empresario es tener la capacidad de tomar decisiones permanentemente, tratando de lograr un resultado adecuado en el balance final. Pero si debo elegir el mayor obstáculo, ese es lograr una transición positiva para pasar de ser una empresa personal/familiar -gestión de personas-, a una 100% profesional -gestión de procesos-. Una vez que se logra esto, el aprovechamiento de oportunidades y crecimiento deja de tener límites.
Otro gran obstáculo es la masa crítica de nuestro mercado. Es difícil lograr escala, y esto genera poca competitividad y mucha concentración.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
La dificultad para delegar. Llegamos hasta el nivel de subordinar tareas, pero en contados casos se logra delegar, en el concepto integral del término. El ejemplo está en las multinacionales, que no podrían crecer sin delegar funciones profesionalmente.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba comenzando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario?
Pertenezco a una generación de transición. Crecimos, nos educamos en dictadura, y salimos al mundo laboral cuando comenzaba la democracia. Hubiera querido que alguien me aconsejara sobre la toma de riesgos. Es imprescindible equivocarse para poder mejorar.
No daría consejos, pero podría compartir experiencia y que cada uno saque conclusiones en base a su perfil. Todos somos diferentes. Usualmente termino una reunión o diálogo con esta frase, si se puede llamar consejo: La diferencia la hace quien hace.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Es relevante. De nuevo, somos de una generación a quienes se restringió la educación y hasta ahora nuestros jóvenes sufren las consecuencias. Es imprescindible combinar la acción con el aprendizaje permanente, no solo en management sino también en otras áreas como marketing, comunicación, gestión de personas. Leyendo libros interesantes que se relacionen con el negocio, tal vez se aprenda más que en una universidad.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
Si nos detuviéramos a evaluar el rol del Estado nos quedaríamos estáticos reclamando y pensando en cómo resolver los problemas de fondo. El empresario debe ir más allá de la política y cumplir su rol, siempre con un enfoque de contribución social.
Es una realidad y, al mismo tiempo, una pena que el Estado sea el mejor cliente de cualquier negocio en nuestro país, si se quiere lograr volumen.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
Los libros de Peter Drucker son claros y vigentes para el mundo empresarial.
Un empresario debería tener en su escritorio este libro para leerlo diariamente antes de empezar la jornada: Drucker Para Todos los Días: 366 Días de Reflexiones Clave Para Acertar en Sus Negocios, de Peter F. Drucker y Joseph A. Maciariello.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Se debe liderar con las herramientas que uno tiene intrínsecamente. El equipo siente, percibe y se motiva si el líder es auténtico. En mi caso, desde que recuerdo, pienso y siento en deporte: fútbol, golf, tenis, básquet, vóley. Y es impresionante como el mundo laboral es idéntico al mundo del deporte de alto rendimiento. Entonces, tratamos de motivar a nuestros equipos para crecer permanentemente como personas y profesionales hacia el logro de objetivos.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Considero positivo el estrés cuando implica que debemos hacer, decidir, accionar. Y si estamos haciendo lo que nos gusta, no estresa.
La angustia, lo que no podemos resolver, es más complicado, y la mejor manera de lidiar con eso es en equipo, con alianzas, socios, integrándose; cada vez es más complicado crecer en el formato de empresario solitario. La pandemia nos dio una gran lección, las alianzas son más fuertes que la individualidad.
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