¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Soy arquitecto, recibido en la UNA, con una maestría en desarrollo inmobiliario en la Universidad de Chile, que me amplió el conocimiento para ir desarrollando proyectos inmobiliarios, que empezó a moverse en Paraguay después del 2010. Y también provengo de una familia del rubro de la construcción.
Empecé haciendo pequeños trabajos de reformas, y enseguida nos empezaron a solicitar proyectos más grandes. Montamos un estudio y nos volcamos al desarrollo de proyectos de edificios, de departamentos. Actualmente en Pro Arquitectos tenemos todo tipo de proyectos de arquitectura, tanto de viviendas urbanas, casas en San Bernardino, sobre el río; tenemos muchas casas de fin de semana, y muchos edificios, sobre todo de departamentos. Hacemos oficinas, complejos industriales, todo tipo de proyectos.
Y junto con mi esposa, hace años, nos embarcamos en la idea de hacer en Paraguay algún emprendimiento hotelero, y así fue que empezamos con nuestro primer proyecto de pequeño hotel, que fue Tava Glamping, que hicimos en San Bernardino como un primer ejercicio de unas tres cabañas, para probar cómo la gente tomaba el producto, que era algo nuevo en el mercado.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresario?
Yo siempre siento que el mayor obstáculo es uno mismo. Creo que si uno tiene ganas todos los obstáculos se van sobrepasando. Están dadas todas las oportunidades para desarrollar cosas, pero eso requiere mucho esfuerzo, dedicación y persistencia. Pero nuestro país no ofrece mayores obstáculos para quienes tienen ideas y ganas de desarrollar cosas.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresario?
A mí me realiza mucho personalmente poder hacer diferentes cosas porque, por un lado, trabajo en arquitectura, por otro, en el desarrollo de los hoteles, porque aparte de Tava también desarrollamos Villa María, que es otra marca con otro concepto, pero también dentro del rubro turismo. Y al mismo tiempo puedo congeniar eso con la familia, con los amigos. Ese es el mayor éxito al que debería aspirar un empresario, porque si te volcás solamente en la empresa, después llega un momento en el que uno desatiende otras cosas.
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¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Siempre tomé el ejemplo de mis padres, de mucho esfuerzo, de mucho trabajo. Es lo mismo que le diría a mi hijo y mostrarle con mis acciones que las cosas hay que hacerlas, no esperar que nadie te dé ni te facilite nada. Simplemente enfocarse en lo que uno quiere y darle para adelante, y sí o sí se puede llegar. El consejo que le daría a alguien es que no se desanime nunca y que siempre trate de hacer las cosas sin dudar, si es que está convencido de que lo que quiere hacer es bueno.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
Yo trabajo en el sector privado y el gobierno, por lo general, no nos ofrece muchos obstáculos. Sí en el sector de turismo, donde se debe hacer mucho hincapié y esfuerzo para explotar el rubro en Paraguay. Tengo fe de que este nuevo gobierno -que a través de la Primera Dama- está dando señales de que va a impulsar este lado de la economía que en muchísimos países es una parte importante del PIB. Paraguay, con sus limitaciones geográficas y físicas, igual puede crecer muchísimo en turismo. Es lo que le demandaría al gobierno, una mayor atención en ese punto.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
En general la gente es muy trabajadora. Considero que somos muy abiertos y que hay una oportunidad para maximizar resultados, hacer mayores alianzas y trabajar más en conjunto. Hoy en el mundo tiene mucho éxito la mezcla de profesionales de diferentes índoles, interactuando juntos. Tenemos que animarnos a mezclar arquitectos con abogados para hacer un nuevo desarrollo. Nosotros siempre tratamos de que se involucren personas de diferentes ámbitos y el resultado siempre es el mejor porque está más estudiado con diferentes visiones.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Definitivamente sí se necesita preparación. Hay a quienes les basta con la intuición, pero los mayores ejemplos de personas exitosas muestran que además de la intuición, tuvieron mucha preparación. La educación y la formación son cruciales para llegar lo más lejos posible.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Es un gran desafío siempre, pero a nosotros nos gusta escuchar a la gente, compartir con ellos y, sobre todo, es importante interactuar de igual a igual y saber que somos parte del mismo objetivo. Es importante que ellos tengan claro que el propósito de la empresa es uno y que cada uno tiene una parte particular para lograr ese propósito.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Los fines de semana me gusta mucho estar en San Bernardino, que es mi lugar de escape con la familia. También mezclamos un poco los negocios que tenemos ahí, pero es mi refugio de descanso y para tomar energía junto con la familia y los amigos.
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