"La pandemia es un fenómeno que afectó a todas las economías del mundo, pero en nuestro caso se suma la precariedad del mercado laboral, donde el 70% de las empresas paraguayas no tiene ni siquiera RUC, y ahí empezamos a darnos cuenta el impacto que se generó en los ciudadanos con menos recursos”, señaló.
Según datos de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC), la población ocupada no agrícola es de 2.480.446 personas, pero de esta cifra, un 60,9% (1.510.224 personas) se encuentran en situación de informalidad y solo el 39,1% (970.222 personas) tienen empleos formales.
Sobre la informalidad empresarial, Acha indicó que, de las 870.598 empresas instaladas en Paraguay, solo 263.106 son formales (30%), mientras que las 607.492 (70%) restantes, carecen de RUC, registros de marca o cualquier otro documento de formalización.
Incluso, solo el 18% de las empresas formales (47.000) tienen inscriptos a sus colaboradores en las planillas del Instituto de Previsión Social (IPS) o el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), declaró Acha.
"Cerraremos el año con una economía subterránea equivalente al 46% del Producto Interno Bruto. Esto representa más de US$ 16.000 millones y se puede decir sin temor a equivocarnos, que la economía subterránea mueve más que el Presupuesto General de la República proyectado para el 2021, que está por encima de los US$ 13.000 millones", expuso.
Los números irán bajando conforme a los resultados que genere el plan de cinco ejes, que consiste en: reducir los costos y simplificar los procesos tributarios de la SET; habilitar plataformas tecnológicas para abreviar los procesos; crear materiales de difusión sobre la formalización para empresas; proponer una campaña de inscripción masiva en la base tributaria; crear programas de inclusión financiera y microcréditos.
"Existen economías subterráneas a nivel regional, por ejemplo, en Brasil el tamaño de la economía subterránea es equivalente a todo el PIB de Argentina. Pero lo que sucede en ese caso es que las tasas de presión tributaria son muy elevadas y estimulan a este tipo de fugas hacia el sector informal, sin embargo, en nuestro caso y con nuestras tasas no debería darse esta tendencia", reconoció.
Si el plan de acción demuestra resultados positivos, se podría reducir hasta un 50% de la economía subterránea a mediano plazo, de acuerdo con Acha. “Con esto se recaudaría más de US$ 600 millones adicionales para invertir en distintos programas estatales”, recalcó.
Para Acha, si se desea crear la confianza para que los ciudadanos apuesten al sistema formal, es esencial mejorar la eficiencia del gasto público y que sea invertido correctamente en programas relacionados a la infraestructura pública, educación, salud, entre otras áreas vitales.
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