¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Empecé en la carrera empresarial para ayudar a la familia, no es que me haya esmerado en hacerlo sino que fue algo transitorio y para que sobreviva algo que empezó mi familia. Moyashi brote de soja está en el mercado desde 1989; comenzó mi mamá y hace 20 años tomé yo la posta y llevo el negocio de forma unipersonal. El programa de Moyashi en televisión, que se emite por Educanal, empezó en la pandemia.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresaria?
Siempre hay tropiezos, pero de cada obstáculo encontrado se puede sacar algo positivo. Pensaba cómo hacer para convencer al cliente y que mi producto sea consumido. Cuando comenzamos con los brotes de soja, la gente me preguntaba “¿qué es este hilo blanco?”, y había que enseñar a comer, a consumir sano y saludable. Otro punto era consumir lo que Paraguay produce. Estamos entre los mayores exportadores de soja, de sésamo y otros granos pero no sabemos consumir. Ahí fue cuando dije que había que enseñar a comer y comencé la parte culinaria.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresaria?
No sé si lo estoy logrando, pero sí conseguimos llegar a las góndolas de los supermercados y hoy la gente ya sabe lo que es el brote de soja y la salsa de soja; en cada familia ya hay una botellita para acompañar a la carne; ese es el mayor logro, no mío, sino de la familia que estuvo trabajando duro. La salsa de soja SanKen lleva 63 años en el mercado.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Lo que siempre me dice mi tío, que es mi tutor, es que te tiene que gustar lo que hacés, y siempre pensando en los demás, en poder servir.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
Siempre hay que buscar el lado positivo de las cosas. Hay que buscar alianzas porque tanto el sector privado como el público tienen cosas positivas. Cada cual por su lado es difícil hacer negocios. Siempre hay que tener equipos, sean públicos o privados. Así vamos a desarrollarnos como personas y como país.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
Lo positivo del paraguayo es la hospitalidad, la calidez humana. Por otro lado, somos muy rápidos para copiar pero no siempre lo hacemos con lo positivo. Eso es aplicable a todos los paraguayos, incluidos los empresarios.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
La formación es la base y es súper importante. Todo empieza a partir de la educación. Los paraguayos tenemos que empezar por ahí para desarrollarnos.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
Padre rico, padre pobre, de Robert Kiyosaki y Sharon Lechter fue el primer libro que leí. Pero en la actualidad es más importante que estudiemos la parte sentimental, emocional.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Tratando de que lo que ellos hacen lo hagan bien para los demás, para que así también se sientan realizados, estimulándolos para innovar, de que cada día mejoren un poco más lo que están haciendo
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Para desestresarse lo mejor es tener compañía, buenos amigos, buenos lugares, no encerrarse, cantar, hacer deportes, y si no se puede deportes, buscar un lugar y una hora para uno mismo
Tu opinión enriquece este artículo: