“La pandemia hizo que la gente optara por los medios de pagos electrónicos y hoy la tendencia es de crecimiento. Esto es fruto de lo que se sembró en ese tiempo y a partir de ahí la industria está aportando para profundizar ese proceso, y es donde empezamos a encontrar un espacio para el desarrollo de nuevos productos”, afirmó Raúl Alvarenga, presidente de la CPMP.
El informe de la CPMP consigna que la cantidad de tarjetas de crédito vigentes aumentó 11% a junio de este año, mientras que las de débito crecieron 5%. La pesquisa del economista Manuel Ferreira muestra que de 50.000 operaciones mensuales del comercio electrónico a comienzos de la pandemia, en marzo del 2020, al cierre del primer semestre de 2022 las transacciones ya superaron las 300.000.
El mercado muestra que para una población económicamente activa (PEA) de 3.700.000 personas hay 2.370.726 cuentas activas, con 70.734 puntos de ventas (POS), 3.977.532 tarjetas de crédito y débito, y 1.556 cajeros automáticos (ATM). Operan cuatro entidades de medios de pagos electrónicos (EMPEs), con 833 facturadores, y 9.289 bocas de cobranza. Además funcionan cuatro redes de cobranza, 39.533 comercios, y cinco procesadoras.
Otro dato relevante es que el volumen de pagos creció 27% en el rubro de casas comerciales, 21% en el de servicios financieros, 18% en el de los servicios públicos, 10% en el de seguros y 5% en el de comunicaciones; el único rubro con números negativos es el de colegios y universidades, con -4%.
Actualmente las transacciones asociadas representan el 25% del PIB y si les suma el sistema de pagos del Paraguay (SIPAP) se llega a 31%. El monto por transacciones de pago, sin SIPAP, podría alcanzar el 27% del PIB a finales de 2022 y 29% en 2023. Pero queda trabajo por hacer, pues en países como Brasil y Argentina constituyen alrededor del 150% del PIB.
Una tarea probablemente sea expandirse más allá de Central, que concentra el 85% de las tarjetas de crédito (TC), el 78% de las tarjetas de débito (TD), el 62% de los POS y el 61% de los ATM. Comparativamente, en Alto Paraná está el 7% de las TC, el 8% de las TD, el 11% de los POS, y el 10% de los ATM; mientras que en Encarnación se encuentra el 3% de las TC, el 4% de las TD, el 6% de los POS y 6% de los ATM.
La cámara tiene ahora el desafío de hacer crecer el sector de pagos electrónicos. “El QR como tal contribuyó enormemente al desarrollo, y considero que liderará en el corto tiempo y generará un nuevo ecosistema de negocio. Tenemos las condiciones, pero debemos ingresar a nuevos segmentos, para lo cual es necesario generar más mecanismos, como el mencionado”, remarcó Alvarenga.
¿Cuáles son los espacios en los que se debe enfocar la cámara? El titular del gremio sostuvo que es en los segmentos informales, que no necesariamente tienen la posibilidad de generar ingresos en forma permanente, adonde deben llegar.
“Y ahí hay que trabajar en dos sectores, y generar incentivos para los usuarios y para los puntos de venta. Que los comercios pequeños comiencen a adoptar nuestras herramientas pero también nosotros debemos generar modelos para esa operación”, afirmó.
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