Según datos del análisis de consumo, de la consultora CCR Paraguay, en marzo incrementó un 13,4% las ventas en los canales modernos, mientras que en los espacios físicos las ventas disminuyeron un 3,4%.
“Esta tendencia puede continuar en los siguientes meses como respuesta a una nueva forma COVID-19 de vivir”, manifestó Mauricio Larrosa, gerente general CCR Paraguay.
"Si bien se va flexibilizando el movimiento, se está gestando una nueva forma de vivir, porque los consumidores y los comercios están adoptándose a las nuevas formas de operar. El panorama lo iremos descubriendo conforme a los avances que se tendrán en cuanto a los tratamientos médicos y a las acciones efectuadas por el Gobierno, por eso lo ideal es ir analizando esa conducta a cada instante, y determinar cuáles con las mejores formas de adaptarse al momento", indicó.
En el caso de las compras, claramente se vio un incremento en la utilización del sistema e-commerce siguiendo las instrucciones de distanciamiento social, aunque también por temor a contraer la enfermedad por el contacto con otras personas en los canales tradicionales como supermercados, farmacias u otros comercios habilitados, según Larrosa.
En la cuarentena hubo productos que levantaron sus ventas como los azúcares, harina, postres, chocolates, alimentos no perecederos, a consecuencia que las familias permanecieron en sus hogares.
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Pero el punto alto de consumo se registró en la categoría COVID-19, en la que la demanda de desinfectantes creció un 510%, de lavandina un 97%, de jabones antibacteriales un 52%, entre otros ítems. Esta categoría tuvo una suba de 77% en la demanda en marzo y un 29% por encima de su consumo promedio en lo que va de este año (en comparación a las cifras de 2019).
"Claramente hay un consumo alto en estos productos que se convirtieron en artículos de primera necesidad y en el resto de las categorías existe una retracción de 1,9% en lo que va del 2020. Marzo fue un mes en el cual los consumidores se volcaron hacia ciertas categorías específicas por temor a un faltante, pero en este momento se está modificando dicho comportamiento hacia un sistema de reposición más consciente, en abril y mayo", afirmó.
Sobre el volumen de consumo, el estudio arroja que un 52% de las compras se concretó en Asunción y Gran Asunción y que el 68% de los productos adquiridos costaron un promedio de US$ 1, de acuerdo a Larrosa.
Igualmente, las restricciones comerciales impuestas por la cuarentena sanitaria tuvieron un impacto en el comercio y en su consumo, ya que 61% de las pymes cerraron sus puertas, un 57% tuvo que reducir los salarios de sus colaboradores y un 32% se vio obligada a rescindir contratos, complementó Larrosa.
"En cuanto a los negocios cerrados, el estudio muestra que un 35% de las bodegas, un 25% de los autoservicios, un 25% de las tiendas de conveniencia y un 35% de las despensas cerraron y con eso dejaron de percibir ingresos. De esta manera, se registró un menor consumo en estos segmentos y mermó la capacidad económica de su cadena", expresó.
A la par, las compras con tarjetas de crédito cayeron un 25% de enero a marzo. “En este mes las compras en comercios nacionales se redujeron 15% y 65% en comercios extranjeros”, declaró.
"No creo que por causa de la pandemia nos volquemos exclusivamente a comprar todo por e-commerce, ni tampoco que sigamos acudiendo masivamente a las tiendas físicas para adquirir los productos. Por eso, estos canales van a convivir y se debe trabajar en las experiencias que brindan cada empresa o marca, en cualquiera de sus canales", señaló.
Economía
El análisis resalta que la macroeconomía presentará números rojos, ya que se tendrá una retracción del 2,5% en el Producto Interno Bruto (PIB). Esta cifra agrava la situación, teniendo en cuenta que, en 2019, no registramos un gran año (crecimiento de 0,2%), apuntó el vocero.
También señalan que las importaciones disminuirán un 1,5% este año y las exportaciones caerán un 5,7%. Mientras que el endeudamiento alcanzará un 25% del PIB, con más de US$ 10.000 millones de deuda.
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