La organización Desarrollo en Democracia (Dende) en su último informe económico redujo de 3% a 1,9% la proyección de expansión del PIB a causa del menor dinamismo en el comercio y en la industria como en la retracción del sector agropecuario.
Otro estudio que bajó sus proyecciones mensuales fue el conocido Macro Latam Itaú que en mayo pasó de 3,5% a 3%.
“Cuando uno hace las proyecciones obviamente se basa en las condiciones que se tienen en ese momento, sin embargo, eso no significa que en los análisis anteriores no había elementos como para considerar que iba a haber problemas. Tal vez en fechas anteriores todavía no se tenía todo el panorama referente al sector agrícola y se esperaba que la producción granelera repunte”, explicó Jorge Garicoche, economista de Investigación para el Desarrollo (ID).
Garicoche expuso los elementos claves que dan a entender por qué la economía paraguaya va proyectando menor crecimiento de lo establecido para el 2019. En primer lugar nombró al precio de la soja, que en la comparación anual decayó, de U$S 320 a U$S 290 la tonelada, llegando de esa manera a un mínimo histórico en 15 años. Aparte del precio internacional del grano, la producción nacional está pasando por situaciones adversas a consecuencia al clima.
Otros factores que afectan al mercado de la soja son las tensiones entre EE.UU. y China y la gripe porcina en este último país, que disminuyó sus importaciones (las crías de cerdo se alimentan principalmente de ese grano). “La disminución de exportación de soja va entre U$S 1.000 a 1.500 millones, que al comparar con los U$S 40.000 millones que tenemos de PIB parece poco, pero hay que tener en cuenta que el sector primario mueve la cadena económica. Si para, para el transporte, para la importación de combustible y aumenta su precio y eso impacta en todos los otros precios del mercado”, sostuvo.
Mirando más factores externos, también se destaca el aumento del precio del petróleo que, si bien no se disparó, subió porque EE.UU. e Irán tienen una relación conflictiva.
Mientras que internamente, tanto la carne como el sector energético –otras dos importantes fuentes económicas– tampoco pasan por un buen momento. En general, Garicoche sintetiza que básicamente el 60% del PIB está siendo afectado.
Predicciones anteriores
En noviembre de 2018 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indicaba que el PIB de Paraguay crecería 3,9% y en diciembre del mismo año, la Cepal proyectó un incremento de 4,2%. A principio de año, el BCP enmarcó las proyecciones de crecimiento en 4%. “Habrá que ver cómo encarar el panorama en el siguiente semestre, si bien hay expectativas positivas porque el gasto público no se ejecutó mucho y se podría amortiguar con infraestructura la situación, tampoco significa que el contexto se va a revertir porque la influencia internacional es muy grande”, acotó.
Pronóstico del BBVA
En marzo de este año el BBVA lanzó una publicación que resumía la actividad económica paraguaya en los últimos 10 años en el cual, aparte de afirmar que Paraguay fue uno de los que más crecimiento tuvo, pronosticaba y anunciaba que había que tener cuidado con la volatilidad es sus tres variables (globales, regionales e internas)
Como factor global aparecía la demanda de EE.UU., Europa y China, las medidas de la FED sobre las tasas de interés y el índice de volatilidad, el precio de la soja y la oferta global de petróleo. Entre los factores regionales estaba la situación económica de Brasil y Argentina y como variable interna mencionaron el clima.
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