El valor total de los DEG proveído por el FMI para sus socios fue de US$ 650.000 millones y el debate instalado a nivel mundial ahora tiene que ver con que los países beneficiarios no dejen los recursos en sus reservas internacionales para sacar más créditos. “Lo que corresponde es que se utilicen los DEG para las medidas de contención en el marco de la pandemia. En Paraguay la presión en todo lo que respecta a la salud es tan grande que ni hubo necesidad de hacer una campaña al respecto”, manifestó la economista Verónica Serafini.
La economista recordó que el propio Ministerio de Hacienda, cuando envió su propuesta de Ley de Consolidación Económica y Contención Social pidió que se utilicen los DEG en salud y protección social. Posteriormente, en el Congreso se cambiaron algunas cosas, como por ejemplo, el financiamiento de comedores populares.
“El otro debate tiene que ver con que países de Europa recibieron muchos fondos, debido a que los DEG están en función a las acciones de los países en el FMI. La sociedad civil a nivel mundial y algunos premios Nobel de Economía propusieron redistribuir recursos a los países pobres”, argumentó Serafini. Economistas de renombre como Joseph Stiglitz solicitaron formalmente al FMI que aquellos recursos que los países desarrollados no usen se entreguen con algún criterio a los países con menos recursos, principalmente porque los países europeos ya disponen de un fondo enorme que creó la Unión Europea el año pasado.
Serafini señaló que es la primera vez que un fondo tan grande se aprueba para la comunidad internacional y que no sean recursos inflacionarios. La economista Sarah Zevaco de la ONG Decidamos, publicó un material en el que explica que Paraguay solamente recibió una vez los DEG desde que se volvió socio del FMI. Fue en el 2009 y el país recibió US$ 1.5 millones y no se hizo uso material de ellos, sino que se utilizaron para cubrir la contribución del país con el propio fondo.
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