El PMI es un indicador económico que incluye informes y encuestas del sector privado. Como es un índice de gestores de compras, sondea a los que se nutren de materiales necesarios para determinada industria. Si bien Brasil no logra contener la ola de contagios de COVID-19, hace dos meses consecutivos reporta una actividad comercial creciente, que tiene como uno de los causantes la recuperación del empleo.
“Las proyecciones de crecimiento de la economía brasileña son cada vez más positivas. Al inicio del año se estimaba un repunte de 3% para el 2021, luego de haber caído 4,4% en el 2020”, recordó Dos Santos, quien añadió que el mes pasado ya se hablaba de una recuperación en torno al 5,5%, aunque los datos del primer semestre aún no estén cerrados.
Asimismo, Dos Santos coincide con los comentarios del PMI en que la vacunación permitirá un retorno de la normalidad económica, pero al margen destacó la eficiencia de la economía brasileña, principalmente la relación entre la tasa de interés versus la inflación, la gran oferta de crédito, los elevados niveles de ahorro y la recuperación gradual del empleo formal.
Con relación a la devaluación del real y la competitividad que le saca al guaraní, opinó que en rubros como el de la maquila la ventaja podría ser coyuntural y no se debe olvidar que Paraguay es un importante proveedor de la industria brasileña para la producción de automóviles. “Hoy los productos provenientes de Asia no están para nada competitivos. Los fletes y los tiempos de llegada incrementan el costo, por eso las industrias seguirán mirando a Paraguay”, aseguró.
En lo que respecta a los rubros que tendrán buen impulso ante la eventual recuperación económica de Brasil citó al del maíz, soja y otros commodities, que son segmentos fuertes de Paraguay en la actualidad. Además, señaló que a la industria brasileña le sale mucho más barato comprar soja de Paraguay y la preferencia continuará por buen tiempo.
Otro sector, que incluso podría recibir inversiones brasileñas, es el de las industrias electrointensivas, debido a que Brasil está entrando a una fase muy compleja de la producción energética. “No se habla todavía del racionamiento de energía en Brasil, sin embargo, el aumento de la demanda es un problema. En Paraguay esa dificultad no existe”, manifestó.
Por último, aseveró que la producción de carne porcina y avícola son rubros que no están siendo tan explotados aún en Paraguay y disponen de un buen potencial de crecimiento. El argumento de Dos Santos se sostiene en que las materias primas que sirven para alimentar cerdos y aves poseen buenos precios en Paraguay, lo que representa una ventaja para la inversión.
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