La economía del Reino Unido se desaceleró a raíz de la incertidumbre generada por el Brexit, lo que frenó la inversión, según el informe Perspectivas de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, esto también tuvo repercusión mundial, ya que la mejora depende de que los mercados financieros conserven el optimismo y “de que continúen desvaneciéndose efectos de lastre pasajeros, sobre todo en la zona del euro”. Se menciona también con cautela un Brexit sin acuerdo y cómo podría repercutir en el mercado.
Como el plazo previsto era el 31 de este mes, el primer ministro solicitó un aplazamiento de tres meses para la salida, es decir, hasta el 31 de enero de 2020. Ante esto, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, –a través de su cuenta de Twitter– recomendó a las autoridades de los 27 países que componen la Unión Europea (UE) que acepten este plazo.
Si bien existen líderes que están de acuerdo con la prórroga, otros no con el periodo de tres meses. Mencionan que la secretaría de Estado de Asuntos Europeos de Francia, Amélie de Montchalin, está a favor de un aplazamiento técnico, pero de “algunos días”, y que el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, instó por retrasarlo “dos o tres semanas”.
Plano local
Sobre el posible impacto que puede generar el Brexit duro en nuestra situación financiera, Gustavo Rojas, economista de Cadep, expresó que en caso de darse “nos afectaría porque que las consecuencias se verán reflejadas en la economía global, tal como se manifiesta por la guerra comercial entre China y Estados Unidos”.
También añadió que el acuerdo Mercosur - Unión Europea se verá afectado con la situación, porque Reino Unido era uno de los países que abogaba por este acuerdo, y también se comprometería el ingreso de capital británico a Paraguay, que en los últimos años estuvo solamente por debajo de las inversiones españolas, con referencia a miembros de la UE.
“Si hay un Brexit duro, no negociado, puede tener un impacto negativo en la economía global. Puede ser incluso un factor que desencadene una crisis internacional”, aseguró.
Según el reporte del FMI, “en medio de políticas monetarias expansivas y condiciones financieras favorables en muchas economías, los mercados financieros son susceptibles a sufrir abruptas caídas de la confianza”. De esta manera, los potenciales disparadores de intolerancia al riesgo siguen siendo las tensiones comerciales, empeoramiento de la dinámica de la deuda en algunos países altamente endeudados, intensificación de las presiones en grandes mercados emergentes que actualmente atraviesan difíciles procesos de ajuste macroeconómico y un Brexit sin acuerdo.
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