“Hay de todo, restaurantes caros, baratos, para segmentos medios, sin embargo, sigue existiendo mucho lugar para innovar”, indicó Jorge. El empresario mencionó que la ampliación y diversificación de la oferta debe ir acompañada con la demanda, porque cuando se empieza a vender comida no habitual en nuestro mercado, como el sushi, cuesta un poco al comienzo, pero si la demanda va respondiendo, la oferta va a ser mayor. Esto está pasando ahora en Paraguay.
En cuanto a la comida oriental, Cibils sostuvo que ya no es un nicho, porque la comida china ya se puede encontrar en los shoppings e incluso en los supermercados, pero si se habla del sushi japonés sí continúa siendo un segmento en crecimiento. “No creo que ni el 10% del mercado asunceno consuma sushi todavía, si bien hay personas que lo consideran una alternativa principal como la pizza, la hamburguesa o el asado, hay un amplio espectro del mercado que es inaccesible aún”, admitió.
El propietario de Sama Sushi reveló que no sabe qué proporción del mercado del sushi representa su marca porque no hay datos concretos a nivel general, pero desde que incursionaron al mercado, en 2013, conoce otras 16 marcas del mismo producto.
“Nosotros entramos al mercado cuando había un deseo de que el sushi esté en la carta. La comida oriental tradicional, capaz en ese momento, no era aún muy apetecible para el paladar paraguayo, que no acostumbra comer comida cruda. También era inaccesible, porque pertenecía a la alta gama, no solo en el sentido económico sino cultural porque se tenía que poseer cierto conocimiento de etiqueta”, explicó Jorge y además agregó que a los seis meses que arrancaron con el negocio ya abrieron su segunda sucursal y en dos años empezó a aparecer la competencia.
La empresa
Según Cibils, hace dos años compraron la marca Wokin para ofrecer acompañamiento al sushi, porque vieron que a los clientes les gustaba mezclar la comida oriental. “Hoy estamos bastante bien, mejores que cuando iniciamos obviamente, pero no existió una estabilidad considerable. El año pasado sufrimos muchísimo como otros restaurantes, porque se abrieron varios negocios, no solo de sushi, sino de la gastronomía”, agregó el entrevistado.
Asimismo, Cibils aclaró que trabajan mucho con sabores que sean más fáciles de reconocer para el paraguayo y tapar un poco el sabor crudo que puede tener el pescado o algún otro bicho de mar. También incluyeron a su menú comida frita con salsas para estimular el paladar de los clientes, alejándose de la típica fórmula japonesa.
“Invertimos mucho en desarrollar nuevos canales de venta, como un call center propio, un canal de Whatsapp, entramos a Monchis, invertimos en sistemas de información para mejorar nuestra forma de trabajo, hicimos muchas capacitaciones a los personales de concina y a mandos medios y realizamos investigaciones de mercado. También invertimos muchísimo en publicidad, algo atípico en la gastronomía, prácticamente el 6% de la facturación va destinado a eso”, concluyó el propietario.
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