Las empresas que manejan el 85% de la provisión de hormigón elaborado y también son socias de la Capihe: Bh Concretos SA, LT Hormax SA, San José Concretos SA, Premix SA, Concret Mix SA.
“En la zona de Gran Asunción se utilizan 24.000 m3 de hormigón por mes. Para tener una idea, se estima que en la construcción de un edificio de seis niveles se utiliza 3.000 m3 de hormigón, entonces se puede citar que tenemos un consumo óptimo”, resaltó.
Aunque por la pandemia, estas empresas redujeron en hasta 90% sus operaciones durante la primera época de la cuarentena, comprendiendo que solamente se movían los pedidos para obras públicas y “la demanda más importante del sector se relaciona con las construcciones privadas”, indicó.
Según Quevedo, desde la implementación de la cuarentena inteligente y la reactivación de las obras civiles, esa tendencia negativa fue disminuyendo hasta retomar los niveles habituales en este mes.
“Previamente a la pandemia, ya había una evaluación sobre el giro que tendría el desarrollo inmobiliario con la modificación del tipo de producto, ya que se estaba migrando a construcciones de unidades más compactas y esto incide directamente en el consumo de hormigón elaborado”, recordó.
A esto se tiene que añadir los efectos futuros de la pandemia, que genera incertidumbre sobre “si los ciudadanos o los compradores inversores invertirán en inmuebles y cuáles serán los precios que dictarán el mercado”, añadió.
“Para no depender exclusivamente del comportamiento de este segmento (construcción de edificios), una de las estrategias será expandir el mercado actual y combatir la producción de hormigón elaborado casero, que no reúne las condiciones de calidad requeridas para una construcción segura”, señaló.
Si bien no existen datos precisos del volumen que acapara el hormigón informal, Quevedo consideró que en ocasiones supera hasta el 50% de la demanda mensual en las construcciones.
“Esto no solo perjudica a las empresas que realizan millonarias inversiones o los puestos formales de trabajo, sino que pone en riesgo los trabajos realizados y a quienes habiten o utilicen esos espacios”, advirtió.
Existen dos estudios de investigación que señalan que este tipo de hormigón elaborado (informal) tiene una resistencia del 60% de lo que confirma tener, de acuerdo con el vocero de la Capihe.
Materia prima
El abastecimiento de cemento para la elaboración de hormigón se vio afectado en los últimos meses, por la bajante del río Paraguay que dificultó la llegada de clínker para la producción de la Industria Nacional de Cemento (INC) y se agravó con el desperfecto eléctrico en la planta de Yguazú Cementos, cuestión que dejó sin abastecimiento al 30% del mercado, que representan unas 30.000 bolsas diarias.
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Entonces, como “la importación no tiene la logística ni la agilidad para suplir de inmediato ese faltante”, el MIC tuvo que flexibilizar las condiciones para reactivar el abastecimiento hasta que todo retorne a la normalidad.
Inversión
Cada empresa de la Capihe emplea a un promedio de 100 personas de forma directa y su inversión depende del nivel de infraestructura, pero los montos van desde los US$ 6 millones hasta los US$ 17 millones, comentó el representante.
Por último, Quevedo manifestó: “Es importante comentar el deterioro de la rentabilidad a consecuencia de los precios que se manejan en el mercado y esto hace que las empresas tengan que ajustar sus costos para no quedar fuera del mercado. Tener rentabilidad no es algo malo, ya que nos ayuda a seguir creciendo e invirtiendo en las empresas”.
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