De acuerdo con Gonzalo Faccas, director de EyDISA Desarrollos Inmobiliarios, el año se caracterizó por una fuerte retracción en las inversiones inmobiliarias a nivel global, un fenómeno que también impactó en Paraguay. Sin embargo, el sector privado local logró sostener operaciones gracias a la diversificación de los perfiles de inversores y a la búsqueda de alternativas de resguardo de capital en un contexto internacional incierto.
Uno de los cambios más notorios se dio en la composición de la demanda. En 2023 y 2024, el inversor argentino representaba un segmento clave para los desarrolladores, pero en el último año ese interés se desplomó. “Los argentinos prácticamente desaparecieron del radar y fueron reemplazados por europeos”, señaló Faccas. El fenómeno no es menor: desarrolladores locales reportan un creciente interés de inversionistas provenientes de Alemania, Holanda, Francia y España.
Las razones son variadas, pero se repiten tres factores principales: la alta presión tributaria en Europa, la sensación de inseguridad por la cercanía de conflictos bélicos y, en menor medida, la búsqueda de nuevos destinos frente a tensiones sociales y religiosas. Paraguay se posiciona como una alternativa con estabilidad macroeconómica, costos más bajos y rentabilidades atractivas en dólares.
Según referentes del sector, la inversión privada en proyectos inmobiliarios locales se sostiene en un esquema donde aproximadamente la mitad de los compradores son paraguayos y la otra mitad extranjeros. El segmento de inversores es predominante, llegando a superar el 80% en algunos desarrollos, frente a un menor porcentaje de compradores que adquieren unidades para uso propio.
En cuanto a la rentabilidad, el mercado inmobiliario paraguayo ofrece retornos que superan el 10% neto en dólares, incluso tras impuestos, expensas y administración. Este rendimiento, difícil de encontrar en plazas más maduras, explica el interés sostenido de inversores que buscan refugiar capital en Latinoamérica.
El tercer trimestre cerró con un nivel de ventas dinámico en proyectos privados de mediana y gran escala, con ritmos de colocación de unidades que validan la confianza del mercado. Para los desarrolladores, vender en pozo no solo asegura liquidez, sino que también refleja la percepción de que los proyectos cuentan con un producto sólido y demandado.
De cara al último trimestre, el sector privado del real estate en Paraguay se prepara para capitalizar el empuje europeo y consolidar al país como un destino atractivo para el capital internacional. Sin embargo, el desafío estará en construir con estrategia y sentido. Como destacó Faccas, “no se trata de construir por construir, sino de identificar nichos y ofrecer un producto claro, que apunte directamente al segmento adecuado”.
Los desarrolladores apuntan a un cierre de año con estabilidad, con expectativas de mantener un flujo de ventas saludable, respaldado por un mix equilibrado de compradores locales y extranjeros. El foco estará puesto en garantizar experiencias de inversión rentables, pero también en generar proyectos que, aun orientados al negocio, aseguren calidad de vida y buena convivencia para quienes eligen residir en ellos.
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