“Durante la pandemia, muchísima gente vino a San Bernardino a vivir. Como nadie podía salir, personas de Asunción y alrededores optaron por construir su departamento o casa aquí”, explicó Jara. Esta llegada masiva de nuevos residentes generó un boom en la construcción y el desarrollo de barrios cerrados, impulsando también a las empresas inmobiliarias a ampliar su oferta y servicios.
Este resultado se vio en la construcción de viviendas, en el crecimiento de negocios locales, desde minimercados hasta supermercados de cadenas consolidadas. “San Bernardino, después de Asunción, fue de las ciudades donde más rápido se expandieron cadenas como Biggie. También se habilitaron nuevos restaurantes que hoy permanecen abiertos todo el año, no solo en temporada de verano”, detalló Jara.
El crecimiento poblacional y la mayor permanencia de visitantes y residentes generó una diversificación del comercio local. Además de supermercados y restaurantes, los servicios de delivery hoy es una novedad para la ciudad. “Hoy en día, la gente puede pedir pizza, hamburguesa o cenas completas. Esto antes no existía y ahora es un fenómeno que se expande cada vez más”, dijo. Pequeñas empresas locales comenzaron ofreciendo sus servicios con motociclistas propios, y pronto se posicionó la empresa de delivery PedidosYa.
El comercio en San Bernardino sigue teniendo temporadas diferenciadas, siendo el verano el momento de mayor actividad. Durante eventos, conciertos y festividades, la ciudad recibe un importante flujo de visitantes provenientes de Asunción y otras ciudades cercanas. “En verano, algunos productos se agotan rápidamente en supermercados, como la carne por ejemplo”, contó Jara.
Hoy la sociedad tiene un auge en la organización de eventos sociales y empresariales, aprovechando la belleza natural y los atractivos del lago Ypacaraí. Locales como Es Vedrá y otros espacios para casamientos, cumpleaños de 15 y reuniones empresariales se consolidan como referentes del sector eventos, aprovechando los atardeceres sobre el lago.
A pesar del crecimiento, según el directivo de la cámara, el comercio de San Bernardino enfrenta desafíos, como la hotelería es un área que requiere atención y expansión. Durante grandes eventos, la capacidad de alojamiento se ve rápidamente superada, lo que limita el desarrollo turístico y comercial en determinados momentos. “Se deberían ampliar los servicios hoteleros. Por ejemplo, el Hotel del Lago está cerrado y podría reacondicionarse para aumentar la oferta”, sugirió.
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