¿Qué impacto tuvo la pandemia en el procesamiento de granos y exportaciones de productos con valor agregado?
La industrialización de granos y la exportación de aceite, harina y pellets vive un 2020 muy complicado. Obviamente la pandemia impactó en el negocio al tener que implementar protocolos adicionales de seguridad en el trabajo, sin embargo, las principales razones del desempeño del sector fueron la demora en la cosecha y el bajo nivel de los ríos Paraguay y Paraná.
¿Cuáles son las estimaciones que tienen con respecto a la reactivación económica?
Desde la Cappro creemos que la reactivación económica debe incluir a todos los habitantes del país. Para que eso sea posible, el plan debe contemplar tanto a la macroeconomía como a la microeconomía.
En el caso concreto de la agroindustria, estamos frente a una gran oportunidad porque el mundo requiere mayores cantidades de alimentos y energía de calidad, y nuestro país está en condiciones de crecer en su rol de proveedor global. Las industrias y el Gobierno deben esforzarse para aumentar la industrialización de materias primas y generar un clima de negocios cimentado en certeza jurídica y tributaria.
¿Cuáles son proyectos puntuales, que de concretarse, beneficiarán al sector?
Las inversiones en infraestructura, como caminos y rutas son muy necesarias, pero entendemos también que el Gobierno debe invertir en mejorar fuertemente la navegación en los ríos de nuestro país. El complejo sojero es el principal sector exportador y casi el 90% de sus envíos al exterior se realizan a través de la hidrovía Paraguay-Paraná. Los perjuicios al conjunto de la economía paraguaya ocasionados por la dificultad para navegar que experimentamos en el año deben servir de alerta para que el Gobierno siga invirtiendo para minimizar los riesgos.
¿Debemos consolidar un modelo económico en el que la agroindustria sea la que lidere?
Esta pandemia deja muchas oportunidades de aprendizaje. Nos dimos cuenta de que, a pesar de los buenos indicadores macroeconómicos, Paraguay posee un déficit muy grande en infraestructura, salud y educación.
La agroindustria viene cayendo por segundo año consecutivo y consideramos que es necesario mejorar las condiciones estructurales para aprovechar realmente nuestro potencial de procesamiento.
¿Se necesitará reorganizar la política comercial?
Si seguimos haciendo lo mismo, los resultados serán los mismos. Más allá de las inversiones del sector privado, le corresponde al Estado definir qué tipo de país quiere ser, un proveedor de materias primas o un jugador clave en la generación de alimentos y energía con valor agregado.
El Estado tiene pendiente decidir si prefiere que los ingresos por valor agregado se queden en Argentina y otros países o ingresen a Paraguay. En cuanto a los mercados, el mundo está requiriendo mayores cantidades de alimentos de calidad y la agroindustria paraguaya puede aumentar sustancialmente su posición como proveedor global, llegando a más destinos que los actuales.
¿La agroindustria adoptará nuevas políticas de cuidado para sus exportaciones?
En cuanto al cuidado, desde el inicio de la cuarentena, las empresas asociadas a la Cappro implementaron un riguroso protocolo de seguridad. Hasta el momento no registramos un solo caso de coronavirus en toda la cadena de producción.
¿Están de acuerdo con el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea?
Si genera mayores oportunidades para colocar productos paraguayos en el mundo es bienvenido. Nuestro país en general y la agroindustria en particular tienen mucho espacio para crecer.
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