Durante 2024, Paraguay le vendió a Bolivia productos por más de US$ 92 millones, mientras que compró poco más de US$ 63 millones. Y en lo que va del año (enero a junio de 2025), ya se movieron cerca de US$ 47,4 millones en exportaciones paraguayas y US$ 27,7 millones en importaciones desde Bolivia. Es decir, el comercio entre ambos sigue con buen ritmo y con espacio para mucho más.
Paraguay se posiciona como un proveedor clave para Bolivia de productos industriales y agroindustriales: insecticidas, harinas, balanceados para mascotas, cereales procesados, envases, tapas metálicas, telas, vidrio, entre otros. Muchos de estos productos son resultado del trabajo de industrias locales que hoy encuentran en Bolivia un cliente con demanda creciente.
Bolivia, por su parte, también tiene lo suyo. Exporta fertilizantes como la urea, muy demandada por el campo paraguayo, además de alimentos procesados, soya y minerales como zinc y plomo. Todo esto llega, en gran parte, a través de la hidrovía Paraguay-Paraná, una ruta clave para ambos países.
Más allá de los productos, lo interesante es que esta relación tiene un montón de potencial por delante. Según Jorge Eguivar Miranda, exgerente de la Cámara Binacional de Comercio e Industria Boliviano-Paraguaya y actual gerente general de Capital Softlanding Group, hay oportunidades reales para que ambos países trabajen juntos en agroindustria, fertilizantes, servicios y hasta inversiones inmobiliarias y manufactureras.
De hecho, en los últimos tres años más de 2.000 empresas bolivianas se acercaron a Paraguay para explorar oportunidades. Algo está pasando.
Un detalle que no es menor: Bolivia depende mucho de la hidrovía para mover sus productos hacia el Atlántico. En los últimos cinco años, más de 4 millones de toneladas salieron por esta vía. A eso se suma la mejora en rutas terrestres, como el Corredor Bioceánico, que conecta a los países de la región de forma cada vez más eficiente.
“La clave está en seguir invirtiendo en infraestructura, facilitar trámites y que el sector público y el privado trabajen juntos”, dijo Eguivar.
Una relación que promete
Aunque hoy la balanza comercial esté más a favor de Paraguay, lo cierto es que ambas economías se complementan. Y con más coordinación, inversiones y trabajo conjunto, este vínculo comercial tiene todo para ser uno de los grandes motores económicos del sur del continente.
Así que mientras celebramos con nuestros hermanos bolivianos un nuevo aniversario de su independencia, también celebramos una relación comercial que crece, se fortalece y mira al futuro con optimismo.
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