Para Alejandro Clinaz, a pesar de los desafíos económicos globales, especialmente en países vecinos como Argentina, el sector de bebidas atraviesa un buen momento, con volúmenes de ventas positivos.
“Cerramos muy bien el 2024, y el contexto de la economía de Paraguay ayudó significativamente. Logramos incrementar nuestras ventas entre un 30% y un 50% en comparación interanual”, afirmó.
Desde su perspectiva, este crecimiento fue posible gracias a un mercado más estable y al impacto de la demanda en temporada alta y eventos masivos. Fiestas y una mayor actividad social impulsaron la venta de ciertos productos, especialmente espumantes y vinos.
“Hoy, el consumidor busca más que un buen producto; quiere una experiencia completa”, aseguró Clinaz, destacando que se intensificó el trabajo en puntos de venta para ofrecer una experiencia envolvente que motive a los clientes a elegir productos distintos.
Desde Ramírez Díaz de Espada observaron una mayor predilección por Champagne como Moët y Veuve Clicquot. “A nivel de espumantes, especialmente con Chandon, vimos un crecimiento muy grande en todo el país”, agregó.
Por su parte, Guillermo Cano, de Caminos del Vino, señaló que la firma registró un crecimiento del 48%, gracias a la variedad de orígenes que ofrecen.
“Anteriormente, el consumo se concentraba en el vino tinto, lo que hacía que las estaciones frías fueran más relevantes. Sin embargo, ahora los consumidores optan por vinos blancos y rosados, ideales para nuestro clima. Como importadora de vinos premium, siempre apuntamos al consumidor selectivo, que valora la calidad por encima del precio”, explicó.
Cano añadió que la temporada alta y los eventos masivos, particularmente a fin de año, impactaron significativamente en el rendimiento de la empresa. Aunque el crecimiento fue sostenido durante todo el año, las festividades y reuniones sociales incrementaron notablemente el consumo, especialmente de vinos espumantes y blancos.
“Las temporadas altas nos brindan una gran oportunidad para posicionar nuestros productos en el mercado, ya que generan mayor visibilidad y conexión directa con los consumidores”, subrayó Cano.
Efecto derrame
El fenómeno de las burbujas también se extiende a la coctelería, donde las bebidas espumosas ganan popularidad como base para cócteles. “El crecimiento de las burbujas fue de entre un 20% y un 30% en comparación con años anteriores”, señaló Clinaz.
En cuanto al futuro de Caminos del Vino, Cano indicó que su crecimiento está impulsado por el público joven, con una expectativa de incremento de entre un 10% y un 20% en el consumo durante este año.
“La incorporación de consumidores de entre 21 y 30 años fue uno de los fenómenos más destacados de 2024. Este grupo, que anteriormente no era un gran consumidor de vino, comenzó a explorar diferentes variedades, desde espumantes hasta rosados y blancos”, resaltó Cano. Este cambio en los hábitos de consumo representa una oportunidad para las empresas del sector que buscan captar a este nuevo público.
En este sentido, Clinaz, de Ramírez Díaz de Espada, coincide con la expectativa de crecimiento, que estima entre un 10% y un 20%. “A medida que la economía de los países vecinos se estabiliza, las perspectivas para todos en la industria de bebidas son muy buenas”, puntualizó. También agregó que la competencia entre marcas de espumantes y vinos es parte integral del crecimiento global del mercado.
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