La temporada de sésamo inicia con la siembra entre setiembre y noviembre, mientras que la cosecha se da desde enero a abril en promedio. "La cosecha de esta temporada inició en enero, cuando teníamos un panorama comercial bastante dinámico que se mantuvo en febrero. Luego, con el avance de la pandemia se ralentizaron las operaciones, pero hasta ese momento ya teníamos un 50% de la producción comercializada", indicó.
A pesar de esa ralentización, por las medidas de seguridad aplicadas en el campo con los productores, en las plantas de almacenamiento, en las empresas agroexportadoras, en los servicios de la cadena logística y en otros rubros involucrados en la exportación, el rubro no se detuvo en ningún momento, destacó.
En la categoría de sésamo confitero se tuvo una superficie de siembra de entre 42.000 a 52.000 hectáreas, y una producción de 25.000 toneladas. De esta cifra, unas 23.000 toneladas fueron comercializadas hasta la fecha, puntualizó Ozorio.
Se tuvo una incidencia de US$ 200 menos por tonelada durante la pandemia y con el avance de la situación se tuvo una leve caída en los precios internacionales, por eso se realizaron ciertos ajustes para seguir manteniendo los márgenes para los productores.
"En la variedad confitera, Japón importa cerca de un 80% de la producción, seguido de países europeos como Alemania, Holanda u otros, después también está Taiwán. En la variedad mecanizada se destaca México como el principal destino", afirmó.
En la categoría de sésamo mecanizado, se tuvo una superficie de cultivo de 25.000 hectáreas y la producción rondó entre las 12.000 y 15.000 toneladas, expuso el vocero.
Pronóstico temporada 20/21
Para esta temporada se calcula un ingreso total de US$ 40 a 50 millones. Esta cifra supera a la generada por la zafra pasada, porque la producción creció en unas 10.000 toneladas, estimó el directivo.
"En agosto estaremos empaquetando las semillas y empezando los trabajos relacionados a la temporada 20/21. La idea es que los productores ya tengan todos los elementos para comenzar con la siembra desde setiembre en adelante”, sostuvo.
A pesar de las dificultades como el descenso de la cotización internacional o el retraso de los envíos por el bajo nivel de ríos, el sector se mantuvo con un balance positivo.
Mano de obra
El rubro mantiene una estructura bastante amplia que abarca unas 40.000 familias productoras, funcionarios de 15 empresas que se dedican a la exportación de sésamo (un promedio de 40 funcionarios en cada una) y la cadena indirecta, como los despachantes de las mercaderías, los encargados de logística, entre otros.
“No es un negocio que se concentra en uno o dos eslabones económicos, sino que tiene un impacto en muchos rubros”, resaltó.
Acuerdo
Hace días se anunció un acuerdo con Taiwán, que establece arancel cero para las exportaciones de sésamo. Esto significa una oportunidad para que las exportaciones a este destino aumenten, a mediano y largo plazo, ya que esta temporada (19/20) está con poca producción.
No obstante, las negociaciones sí pueden adelantarse y concretarse para las siguientes temporadas, de acuerdo a Ozorio. "Tenemos una gran esperanza con este acuerdo. A mi criterio, incluso se puede utilizar a Taiwán como un hub para el ingreso de nuestro producto en toda esa zona y con esto también esperamos que incrementen los pedidos comerciales de este mercado", concluyó.
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