De ese momento nació Eleven Box, un emprendimiento que hoy se distingue en el mercado paraguayo por ofrecer regalos que no solo buscan agradar, sino también emocionar. Con 43 años, Bernardita es la creadora de un proyecto que combina creatividad, innovación y un profundo valor humano.
El 13 de julio de 2020, en vísperas del Día de la Amistad, Eleven Box salió oficialmente al mercado con más de 15 pedidos iniciales. La primera clienta fue una madre que quiso sorprender a su hijo con una box gamer, cargada de accesorios y detalles para su consola. Desde entonces, la propuesta creció con fuerza, sumando cajas temáticas para distintas ocasiones y expandiéndose al mundo corporativo.
El nombre refleja la búsqueda de conexión y positividad. “Nos identifica porque buscamos que cada caja o producto transmita más que un simple obsequio: que sea una experiencia”, explicó. A las cajas temáticas se sumaron productos innovadores como los ramos de peluches, que rápidamente se volvieron favoritos en ferias, concursos de danza y eventos juveniles.
“Detrás de Eleven estamos mi familia y yo. Desde el principio fue un proyecto muy nuestro, nacido entre charlas y ganas de darle al cliente algo diferente”, relató Bernardita. Lo que comenzó como una ilusión hogareña, pronto se transformó en una iniciativa con impacto real: sorprender, regalar sonrisas y conectar con las emociones más auténticas.
Bernardita Basualdo, creadora de Eleven Box
Con una inversión inicial de aproximadamente G. 5.000.000, el emprendimiento se lanzó con empaques, productos y mucha creatividad. El camino fue paso a paso, validando las ideas con familiares y amigos, hasta llegar a empresas que confiaron en su capacidad para diseñar experiencias personalizadas. “Crecimos con pruebas pequeñas y procesos diseñados pensando en clientes empresariales”.
La idea de Eleven Box es que, la gente busque regalar no como un simple gesto, sino como una herramienta de comunicación. “Regalar para nosotros es comunicar: cada caja cuenta la historia de quien la envía”, afirmó Bernardita.
La personalización se volvió esencial en su propuesta de valor. Colores, mensajes, productos y empaques se adaptan al perfil de cada cliente, especialmente en el ámbito corporativo. “Personalizar es dar voz a la marca dentro de cada caja”, resumió.
En este segmento, la Box Corporativa de Experiencia es el producto estrella. Con presentaciones premium, productos locales seleccionados y tarjetas personalizadas, se convirtió en la favorita de empresas que buscan obsequios estratégicos para colaboradores, clientes o eventos especiales. Sus precios van desde G. 350.000 hasta G. 500.000, según la personalización y el volumen.
Una anécdota importante para la firma, es de cuando vino de una cadena hotelera internacional que visitó Paraguay. “No solo creamos el regalo de bienvenida, sino que coordinamos todo el evento. La recepción fue tan cálida que la cadena repitió la acción en otros países y nos recomendó a sus clientes”, recordó. Esa experiencia confirmó que un obsequio bien pensado puede fortalecer relaciones institucionales y abrir nuevas puertas.
El camino del emprendimiento no estuvo libre de obstáculos. “El principal desafío siempre fue el capital y la posibilidad de sostenernos en el tiempo”, admitió. A esto se sumó la exigencia logística: coordinar entregas múltiples, responder a grandes volúmenes y, al mismo tiempo, mantener la coherencia con la imagen del cliente.
Con el tiempo, Bernardita y su equipo aprendieron a traducir las necesidades de marketing en propuestas tangibles y emocionales. Ese equilibrio entre lo práctico y lo sensible es el que les permitió posicionarse en un mercado competitivo, que ella misma considera en expansión. “Las empresas cada vez valoran más experiencias de marca y gestos que humanicen sus relaciones. La competencia es sana y empuja a innovar.”
Los planes para Eleven Box incluyen ampliar la línea de soluciones corporativas con welcome kits, programas de reconocimiento para empleados y suscripciones periódicas, además de formalizar alianzas con empresas y hoteles. También buscan fortalecer el vínculo con productores locales para integrar identidad y sostenibilidad en sus propuestas.
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