“Estos son momentos en que, más que nunca, debemos gestionar las finanzas empresariales, estratégicamente. La protección de la caja y su control exhaustivo en el corto plazo se volvieron una prioridad, revisar el perfil de liquidez de la empresa hoy es fundamental para la gestión financiera”, indicó Buhk, quien dejó un par de recomendaciones:
1.Proyectar periódicamente el flujo de caja
Es recomendable revisar con mayor frecuencia la proyección de ingresos y egresos con el objetivo de identificar −con la mayor antelación posible− cualquier mínimo descalce que pueda llegar a ocurrir. Asimismo, los ejercicios de estrés o pruebas de resistencia son una buena herramienta para evaluar vulnerabilidad ante hipotéticas situaciones, y aunque es casi poco probable prever una pandemia, practicar estos ejercicios permiten tener el entrenamiento suficiente para reaccionar con rapidez y anticiparse, teniendo trazado un plan b para administrar la caja.
2.Gestionar el capital operativo
Para una buena gestión del capital las tres principales variables que deben revisarse son: stock, clientes y proveedores. En cuanto al stock, es un buen momento para desarrollar estrategias para hacer circular el stock y para replantear los niveles que son necesarios para el negocio; es decir, revisar y optimizar la política de inventarios. En cuanto a los clientes y proveedores, es fundamental revisar los plazos de cobro y pago, acortarlos con clientes y alargarlos con proveedores. También es recomendable mantenerse constantemente informado sobre las nuevas herramientas que puedan resultar provechosas, como el caso de Ya Cobro, una plataforma mediante la cual, sin incurrir en costos financieros, se puede extender el plazo de pago con proveedores. Aquí, una revisión uno a uno es recomendable lo que, a su vez, resulta en una buena oportunidad para acercarse más a los clientes y proveedores.
3.Revisar y reajustar costos no indispensables
Es necesario revisar toda la estructura de gastos del negocio. Hay que identificar cuáles son gastos esenciales, cuáles generan valor al negocio y reducir (o eliminar) aquellos que son superfluos. También es importante replantear la estructura fijos-variables y evaluar aquellos gastos fijos que pueden pasar a ser variables. Es ideal tercerizar, todas aquellas operaciones que no son 100% indispensables hacerlas en la empresa, a primera vista, podría resultar un costo elevado, pero permite abonar solo por proyectos además de no significar un pasivo y de reducir el costo de estructura.
4.Negociar y mantener disponibles canales de financiamiento.
No se debe esperar a tener la necesidad de comenzar a negociar un financiamiento. Es crucial mantener canales abiertos de financiamiento, prenegociados, preaprobados, listos para ser usados. Es importante destacar que hay que recurrir tanto a canales tradicionales como líneas de crédito y sobregiro de los bancos, financieras, cooperativas, pero también es una buena oportunidad de mirar hacia los no tradicionales, como por ejemplo, el descuento de facturas, operaciones conocidas como factoring, en las que el soporte de la tecnología está haciendo que sean formas ágiles para gestionar la liquidez.
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