El experto en wellness nos comentó que el sector ha crecido sostenidamente en los últimos tiempos, pero aclaró que esto se relaciona con una ola internacional, porque cada vez son más las industrias –especialmente las alimentarias– que se enfocan en mejorar sus productos, tratando de influir en la disminución de los niveles de obesidad, hipertensión, diabetes y otras patologías relacionadas con la alimentación o el sedentarismo.
Según López, el segmento emergente del país es el de alimentos, luego están los espacios deportivos, con academias o gimnasios de alto rendimiento. A los anteriores le sigue el negocio de los equipamientos deportivos de última generación.
Dentro del segmento de alimentación fit también se encuentran las tiendas de suplementos y alimentos alternativos, ya que “las personas buscan facilidades a la hora de nutrirse y estos lugares cuentan con una interesante variedad. No obstante, la gente debe ser consciente de que la suplementación no puede sustituir a la alimentación, y eso es primordial informar”, resaltó.
Si bien López reconoce el crecimiento de la industria fit y wellness, aún queda mucho por hacer. “Referente a las necesidades o déficits de la industria, considero que se están cubriendo todas, aunque esto no significa que no es necesario seguir apostando en infraestructura, donde podamos hacer recuperaciones o test específicos”, recomendó.
Para López, una de las claves para potenciar el crecimiento es la formación de los profesionales, para mantener un alto estándar en los servicios o productos comercializados.
A paso lento
“De a poco, algunas industrias nacionales se están enfocando en el sector, pero la realidad es que muchas personas todavía no son conscientes de los beneficios que ofrecen los productos o suponen que tienen una variación significativa en el sabor, entonces no optan por ellos. Pero cuando entiendan que realmente los productos son de confianza, estoy seguro de que se va a justificar la realización de los productos en el mercado interno, porque producir estas líneas tiene un costo diferenciado, los procesos son más complejos”, apuntó.
Sobre los costos adicionales al apostar por un estilo de vida saludable, López opinó: “Si bien al momento de adquirir productos saludables o light, la economía puede verse alterada por el mayor costo de los ítems, es una inversión preventiva para tener menos probabilidad de tener problemas de salud”.
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