Las marcas necesitan saber qué piensan los consumidores sobre ellas, cómo se posicionan en el mercado y qué diferencias existen con respecto a sus competidores. "La percepción de la marca y los atributos valorados por los consumidores, como el precio, la calidad o la cercanía, son aspectos que definen el éxito de una empresa", señaló Cabrera.
Según la experta, los rubros que más recurren a estos estudios son los bancos, emblemas de combustible, telefonía, consumo masivo y servicios. “Nuestro foco es el segmento corporativo y también trabajamos para organismos internacionales”, añadió.
La tendencia actual, según Cabrera, es escuchar atentamente lo que dicen los clientes o potenciales clientes. “Las personas hoy son protagonistas y quieren saber que sus opiniones, quejas y sugerencias nos importan. Sobre todo, quieren tener el poder. Si contamos con información precisa, estamos un paso adelante”.
Cabrera resaltó que los estudios de mercado se han convertido en aliados estratégicos de las empresas. "Nos consideramos partners de nuestros clientes, ayudándolos a tomar decisiones informadas basadas en datos reales. Las empresas que no recurren a estudios de mercado corren el riesgo de tomar decisiones basadas en suposiciones o intuiciones, lo que puede resultar costoso a largo plazo", subrayó.
En un contexto de mercado competitivo y con consumidores más exigentes, las empresas necesitan tener certeza sobre lo que les gusta a sus clientes, qué los motiva a comprar y cómo se posiciona su marca frente a la competencia.
“Hay muchas empresas que siguen confiando en ‘su instinto’ o que se ‘rehúsan’ a invertir en estudios de mercado. Sin embargo, con la cantidad de smart data y profesionales especializados en el área, no tiene sentido seguir tomando decisiones a ciegas. El costo, en tiempo y dinero, es demasiado alto. El mundo pertenece a quienes comprenden que, del otro lado, hay personas con determinadas preferencias y necesidades, que buscan marcas empáticas, que las entiendan y formen parte de su vida”, acotó la directora.
Por otro lado, destacó que muchos errores pueden surgir a la hora de aplicar los resultados. El principal, según ella, es no plantear correctamente las preguntas de investigación. "Las empresas deben tener un objetivo claro antes de comenzar cualquier estudio. Si no se sabe exactamente qué se quiere responder, el estudio no será efectivo", mencionó.
Además, es importante no caer en la tentación de aplicar la misma metodología para todos los casos. Cada investigación tiene sus propias características, y el éxito radica en diseñar un enfoque adaptado a las necesidades del cliente y su mercado.
Otro error común es no segmentar correctamente al público objetivo. Aunque el producto sea de consumo masivo, la clave está en delimitar bien las características de las personas que realmente lo consumirán, evitando así perder tiempo y recursos.
Cabrera apuntó que el consumidor actual se ha convertido en un protagonista dentro del proceso de toma de decisiones. "Hoy en día, el consumidor quiere ser escuchado, quiere saber que su opinión importa y las marcas deben estar dispuestas a adaptarse a sus necesidades", comentó.
Los avances tecnológicos han facilitado la recopilación y el análisis de datos, pero Cabrera advirtió que estos avances deben usarse de manera responsable. "La inteligencia artificial puede ser muy útil para analizar grandes volúmenes de datos, pero no reemplaza la experiencia de los profesionales que diseñan y ejecutan los estudios", afirmó. Para ella, la calidad de los resultados depende de un equipo profesional capaz de interpretar correctamente los datos y ofrecer conclusiones valiosas para las empresas.
Finalmente, dijo que es necesario ser transparente sobre el tipo de preguntas que se realizarán y los fines para los cuales se utilizará la información. “Para garantizar la calidad y fiabilidad de los datos, es crucial contar con un equipo de profesionales con amplia experiencia y conocimiento en el campo”, concluyó.
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