Con estos números, Paraguay sigue caminando en línea recta con el objetivo de inflación 2023, que es del 4%. Este comportamiento de los principales productos de la canasta básica estuvo impulsado en agosto por la reducción del precio del combustible y sus derivados.
En el informe incluye como factor determinante el anuncio realizado por Santiago Peña el mes pasado, cuando estableció la reducción de los derivados del crudo de Petróleos del Paraguay (Petropar), lo cual forzó a los emblemas privados a ajustar sus precios al consumidor.
El reporte de la entidad bancaria también se hizo eco del déficit fiscal establecido por el Gobierno para el año que viene. El ministro de economía, Carlos Fernández Valdovinos, indicó que es imposible cumplir con la Ley de Responsabilidad Fiscal, que establece hasta el 3% como límite de emergencia en lo que respecta al déficit.
Este año el déficit fiscal llegaría a 4,1% del PIB y para el 2024 sería de 2,6%, frente al 2,3% y el 1,5% del PIB, respectivamente, incluidos en el Presupuesto 2023. El balance fiscal móvil de 12 meses hasta agosto alcanzó el 3,26% del PIB. Las necesidades de financiamiento de 2023 y 2024 incluyen los pagos de deudas con los sectores constructores y farmacéuticos por alrededor de US$ 550 millones o el 1,2% del PIB.
En este sentido, el reporte indica: “En nuestra opinión, déficits más amplios parecen más realistas, considerando los pagos de deudas con los sectores construcción y farmacéutico”.
Por último, el reporte toma el Indicador Mensual de la Actividad del Paraguay (IMAEP), que destaca el aumento interanual de 6,9% en julio de la actividad económica de nuestro país. El crecimiento es de 6,5% si se compara con el trimestre anterior.
La actividad económica ascendente es fruto de la producción agrícola, el sector de los servicios, la generación de energía y la producción ganadera.
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