El proyecto de EFISA no consiste en fabricar pallets terminados, sino en industrializar los componentes que hacen posible su ensamblaje: tarugos y clavos en rollo, utilizados con pistolas neumáticas. Hasta ahora, estos insumos eran 100% importados, pero con la planta prevista para 2026, entre el 60% y el 70% del valor del producto será generado en Paraguay.
“Queremos primero abastecer el mercado nacional, que no produce este tipo de material, y luego exportar”, explica Diel. La nueva planta prevé procesar 350 toneladas de materia prima al año en su fase inicial, generando unos 35 empleos directos y cerca de 60 indirectos. El plan se llevará adelante en alianza con la brasileña AIRFIX, trasladando a Paraguay parte de un proceso industrial que hasta ahora se hacía en el exterior.
El objetivo es dar competitividad a la industria paraguaya. “Cualquier cosa que quieras exportar está vinculada a un pallet o un embalaje. Mejorar su producción significa ser más eficientes y competitivos”, sostiene Diel.
Si bien no existe una ley que obligue al uso de pallets, su empleo está totalmente estandarizado en la logística moderna. Así lo explica Nicolás Paredes, vicepresidente de la Cámara de Cáñamo Industrial del Paraguay (CCIP):
“Los pallets son indispensables tanto en la industria del cannabis como en el sector logístico en general. Permiten un manejo más seguro, estandarizado y eficiente de los productos durante el almacenamiento, transporte y distribución. En nuestro caso, donde la trazabilidad y la higiene son claves, los pallets aseguran orden, minimizan daños y reducen riesgos de contaminación”.
De acuerdo con Paredes, una carga de exportación en un contenedor de 40 pies moviliza entre 20 y 28 pallets, mientras que un camión de tamaño medio requiere entre 8 y 12 pallets. “El impacto es directo: menos costos por daños, más rapidez en carga y descarga, y mayor aprovechamiento del espacio en depósitos”, resume.
Otro sector donde el pallet se volvió esencial es la construcción. Ricardo Sánchez, director del Grupo Aceros Paraguay, destaca que en obras con espacio reducido la entrega de materiales paletizados marca la diferencia.
“Tiempo es dinero, y el pallet agiliza la descarga, optimiza el espacio y mejora el control de mercaderías. En nuestro rubro se usa desde siempre, porque dinamiza la logística y asegura un mejor servicio”.
Aunque adquirir pallets implica un costo, Sánchez lo considera una inversión más que un gasto. En Aceros Paraguay, gran parte de los pallets utilizados provienen de la misma mercadería recibida de proveedores. “Tratamos de reutilizar en mayor medida lo que tenemos. También existe un mercado de reventa y proveedores diversos, pero en nuestro caso buscamos optimizar siempre”, explica.
El testimonio de EFISA, CCIP y Grupo Aceros Paraguay sin duda refleja que el pallet está lejos de ser un accesorio porque se posiciona más bien como el esqueleto de la cadena de suministro. Desde flores de cáñamo y aceites hasta barras de acero, pasando por alimentos, electrodomésticos y muebles, casi todo lo que entra o sale del país depende de esta estructura de madera y clavos que asegura un transporte eficiente.
En este escenario, la apuesta de EFISA integra tecnología, genera empleo y fortalece la competitividad del país. La visión de Diel es: “Nuestro ADN es forestal, y la industrialización de pallets y embalajes es parte esencial de este negocio. Incorporar tecnología significa ser más competitivos para llegar a mercados internacionales”.
El futuro ya no pasa solo por producir, sino por hacerlo de manera más eficiente. Y en esa ecuación, los pallets (que pueden llegar a ser invisibles para muchos) se revelan como una pieza fundamental en el engranaje del comercio nacional e internacional.
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