“Estamos decepcionados con el gremio de molineros harineros. Cuando más los necesitamos, ellos alzan los precios de sus productos, con miles de excusas a las que no les encontramos sentido ni lógica porque no es lo que ellos están diciendo”, se quejó Ugarte.
El productor relató que hace cinco meses empezó a subir el precio de otras materias primas que no afectan tanto a la estructura del costo, como la grasa, la manteca y el azúcar. Pero lo que golpeó fuerte al gremio es el incremento del precio de la harina. Los primeros subieron 30% y la harina 15%, según el centro panadero.
“Es un duro golpe el que acabamos de recibir, justo cuando íbamos a arrancar con este clima, pues en invierno aumentan nuestras ventas. Cuando estábamos más entusiasmado, nos vienen con esta noticia. Nos dejó por el suelo, aparte de todo lo que está pasando con la pandemia”, apuntó Ugarte.
Aguante
Aun cuando desde la conducción del gremio calculan que se debe aumentar en un 25% el precio de venta al público, los panaderos prefieren seguir aguantando y absorbiendo la diferencia “porque estamos pensando en la clientela; llevarles esta noticia es como no venderles”, afirmó.
Desde el comienzo de la pandemia las ventas cayeron alrededor del 50% y muchos negocios tuvieron que cerrar. Otros tratan de sobrevivir como pueden, pues no pueden cumplir con sus compromisos con los bancos y otras entidades.
“No nos dan una mano ni el Gobierno ni los gremios. Reclamamos por el poco interés del Gobierno en darnos un oxígeno, no estamos pidiendo un subsidio ni nada parecido sino que intercedan ante la cámara de harineros cuando hay una suba, para mantener el precio, por lo menos en esta coyuntura que afecta al país”, reclamó el panadero.
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