En la región, con el mismo nivel de ingresos, aparecen Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, mientras que Uruguay y Chile están catalogados como países de ingresos altos y Bolivia como un país de ingreso medio-bajo.
Para el año fiscal actual de 2024, las economías de bajos ingresos se definen como aquellas con un ingreso per cápita, calculado con el método Atlas del Banco Mundial, de US$ 1.135 o menos en 2022. Las economías de ingresos medianos bajos son aquellas con un ingreso per cápita entre US$ 1.136 y US$ 4.465 y las economías de ingreso mediano alto son aquellas con un ingreso per cápita de entre US$ 4.466 y US$ 13.845. Mientras que las economías de altos ingresos presentan un ingreso per cápita de US$ 13.846 o más.
Según la economista, Ivonne Aristizabal, este indicador emplea la medición del INB (Ingreso Nacional Bruto) para estimar los ingresos por habitantes de los países del mundo. "El INB es la suma de todas las actividades económicas del país dentro y fuera del territorio nacional, luego esto se divide por la cantidad total de la población para saber el ingreso por habitante", explicó.
Aristizabal precisó que la diferencia entre el PIB y el INB es que el primero muestra la producción dentro del país mientras que el segundo, muestra el valor de los bienes y servicios vendidos por los residentes fuera y dentro del país. Además, añadió que para clasificar a los países dentro de los rangos establecidos por el Banco Mundial, utilizan un promedio de tres años incluyendo al PIB.
"Esto significa que en este resultado y para Paraguay, contiene la recuperación económica posterior a la pandemia en donde se observó un crecimiento del 4,0% del PIB en el 2021", ejemplificó. Aparte, Aristizabal subrayó que en el resultado influyen el tipo de cambio y la inflación. "Si bien este indicador presenta una mejora y nos posiciona dentro de los países de ingreso mediano alto, continuamos con necesidades importantes en el orden público además de solamente observar los datos macroeconómicos de producción nacional", reflexionó la economista.
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