San Lorenzo, tradicionalmente un centro comercial vibrante del Departamento Central, experimentó un freno que obligó a sus comerciantes a repensar su modo de operar. Hoy, según Víctor Paiva, representante de la Cámara de Comercio e Industria de San Lorenzo, la ciudad atraviesa un proceso de reactivación sostenida. “Estamos yendo a pasos lentos, pero seguros. Queremos lograr la reactivación de nuestro comercio como era antes de la pandemia”, afirmó.
Uno de los principales cambios está en la digitalización del comercio. Históricamente dominado por las ventas presenciales, el sector ahora se abre al uso de redes sociales, plataformas de pago electrónicas y nuevas estrategias de comercialización virtual. “Antes todo era efectivo sobre efectivo. Hoy manejamos transferencias, giros, depósitos. El comerciante está aprendiendo a moverse en un ecosistema digital”, explica Paiva.
Uno de los desafíos históricos del comercio sanlorenzano es la informalidad. Aunque la ciudad cuenta con un importante número de negocios registrados, aún existen comercios que operan sin patentes ni habilitaciones municipales. Según Paiva, la mayoría de los socios de la Cámara están formalizados, aunque reconoce que existen casos que deben ser corregidos. “Hay pequeños detalles que algunos deben ajustar, pero creemos que en poco tiempo llegaremos a un alto porcentaje de formalidad absoluta”, señaló el dirigente.
La Cámara de Comercio cuenta actualmente con aproximadamente 150 socios directos y protectores, y otros 150 aliados estratégicos, lo que suma una red de alrededor de 300 actores comerciales vinculados de forma activa. La organización busca fortalecer estos vínculos y ampliar su base de socios, sobre todo en un contexto donde el comercio necesita respuestas conjuntas y apoyo institucional para sortear los nuevos desafíos. “Queremos que nuestros socios vean la importancia de estar unidos, de participar en la Cámara. Solo así podemos potenciar el comercio local”, sostuvo Paiva.
El perfil del consumidor también cambió. Si bien el consumo de productos de la canasta básica sigue siendo el motor de muchas ventas (con clientes que llegan desde ciudades como Fernando de la Mora, Ñemby, San Antonio y Capiatá), se observa un creciente interés en el desarrollo industrial local y en productos fabricados en la ciudad. “Queremos que los productos sanlorenzanos no solo se vendan localmente, sino que lleguen a todo el país e incluso al extranjero”, remarcó Paiva.
El dirigente destaca casos como el de la Metalúrgica Vera, una empresa de origen sanlorenzano que logró trascender las fronteras del municipio para posicionarse a nivel nacional. También mencionó proyectos emergentes en áreas como calzados y textiles, donde los comerciantes no solo quieren vender, sino también fabricar sus propias líneas de productos.
Además de la ya mencionada Metalúrgica Vera, se encuentran empresas como la fábrica de gaseosas Niko y la de Producto Ochsi (del rubro alimenticio), y otras que, si bien aún no forman parte activa de la Cámara de Comercio, están en vías de integrarse como aliados estratégicos. “Estamos en conversaciones con varias industrias que quieren sumarse. Queremos que San Lorenzo sea también un polo industrial importante del país”, indicó.
De cara al cierre del año, las expectativas de crecimiento son altas. La Cámara inició una alianza con una consultora especializada en software e inteligencia artificial, con el objetivo de modernizar su sistema de gestión y ofrecer servicios innovadores a sus socios. “Con esta tecnología, queremos ayudar a cada comercio a mejorar su gestión, anticiparse a desequilibrios financieros y proyectar su crecimiento de forma inteligente”, explicó Paiva.
En cuanto a la proyección de crecimiento, prevén aumentar un 50% la base de socios para finales de 2025, atraer a más empresas del rubro industrial y consolidar a la Cámara como un espacio de referencia para el desarrollo económico de San Lorenzo.
Tu opinión enriquece este artículo: