El informe UK 2024 Criticality Assessment, publicado por el UK Critical Minerals Intelligence Centre (CMIC), marcó un punto de inflexión en la estrategia para el abastecimiento de recursos minerales del Reino Unido, identificando 34 minerales como críticos, casi el doble de la lista de 2021. Esta expansión subraya una creciente preocupación por asegurar el suministro para sectores vitales como energía, transporte, defensa y tecnologías emergentes, incluyendo la inteligencia artificial.
Frente a este escenario, el Reino Unido está implementando una estrategia robusta para diversificar sus fuentes de suministro y fortalecer cadenas de valor. Un instrumento central es el apoyo financiero de UK Export Finance (UKEF) a proyectos extranjeros que puedan proveer minerales críticos a empresas británicas, abarcando desde materia prima hasta productos procesados.
En ese sentido, el potencial geológico paraguayo muestra una notable alineación con varios de los 34 minerales catalogados como críticos por el Reino Unido, como: litio, con exploraciones activas en la región del Chaco, particularmente en el departamento de Boquerón; tierras raras, existiendo potencial en Alto Paraguay y en proyectos como Bado y Chiriguelo; titanio y vanadio, con proyectos de exploración en Alto Paraná y en prospecciones en Bado y Katueté, donde se identificó magnetita rica en estos elementos; hierro, con un historial de producción y depósitos conocidos, este mineral, recientemente añadido a la lista crítica británica, representa una oportunidad; niobio: el proyecto Chiriguelo también presenta potencial para este metal crítico.
“Otros minerales críticos para el Reino Unido con indicios o potencial en Paraguay incluyen manganeso (Emboscada, Yaguarón), cobalto (Alto Paraguay), aluminio (potencialmente de arcillas bauxíticas identificadas en el proyecto Katueté), fósforo (fosfatos en Alto Paraguay y Chiriguelo) y níquel (indicios en Alto Paraguay)”, comentó Federico Silva, miembro de la comisión directiva de la Cámara de Comercio Paraguayo-Británica.
“La estrategia del Reino Unido no solo busca asegurar el acceso a minerales, sino también influir positivamente en sus cadenas de valor, integrando a países proveedores en su esfera económica bajo estándares internacionales”, explicó Silva. Esta orientación también se traduce en alianzas multilaterales, como la Minerals Security Partnership (MSP), de la cual Paraguay podría beneficiarse en un futuro próximo.
Más allá del mero suministro de minerales, Paraguay puede aspirar a convertirse en un eslabón estratégico dentro de cadenas de valor industriales conectadas al Reino Unido y otros socios. “Una de las claves es la capacidad de ofrecer materia prima, y también procesamiento primario, lo que permitiría al país retener mayor valor agregado y generar empleos calificados”, señaló Silva.
Este objetivo se alinea con el programa económico nacional, que busca fomentar una economía más diversificada e integrada al comercio global, sin renunciar a la sostenibilidad. La energía hidroeléctrica abundante y renovable de Paraguay representa un factor diferencial, especialmente atractivo para industrias intensivas en consumo energético, como el refinamiento de minerales.
Además, la Hidrovía Paraguay-Paraná ofrece ventajas logísticas innegables, facilitando la conexión con puertos internacionales y reduciendo costos de exportación.
Otro eje fundamental es el desarrollo de un ecosistema de soporte local. La integración en cadenas de suministro avanzadas impulsa no solo la actividad minera directa, sino también servicios asociados: geología, logística, tecnología, formación técnica, investigación y desarrollo.
A mediano plazo, esta dinámica podría derivar en la transferencia de conocimiento y tecnología desde países como el Reino Unido hacia Paraguay, elevando la competitividad general del sector. “Participar en esquemas como los de UKEF significa acceso a capital y a mejores prácticas internacionales, lo que representa un salto cualitativo para toda la industria”, agregó Silva.
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