En julio, la inflación sorprendió al alza con un 0,4% mensual, impulsada principalmente por los alimentos frescos, los combustibles y los servicios estacionales como los paquetes turísticos. Sin embargo, el guaraní más fuerte moderó el encarecimiento de bienes importados y ayudó a mantener la inflación anual en 4,3%, todavía dentro del rango objetivo del BCP (3,5% ± 2%). Itaú mantuvo su proyección de inflación en 4,0% para fin de año, aunque advirtió sobre riesgos de presiones adicionales.
El Banco Central del Paraguay decidió sostener su tasa de política monetaria en 6,0% por decimosexto mes consecutivo. Con esto reafirmó su compromiso con la estabilidad de precios y la disciplina monetaria. Los analistas de Itaú remarcaron que la tasa real se ubica en torno al 2,5%, todavía en el rango considerado neutral por la autoridad monetaria.
Uno de los puntos más relevantes del informe se centra en el tipo de cambio. El guaraní cerraría el año en 7.750 por dólar, una apreciación respecto a los 8.000 que se proyectaban anteriormente. Este fortalecimiento se explica por un dólar global más débil y por el atractivo de las tasas locales, que en la última subasta del Tesoro alcanzaron rendimientos cercanos al 9,5%.
En cuanto a la actividad económica, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAEP) mostró un crecimiento de 4,9% interanual en el segundo trimestre, apoyado en sectores como servicios, manufactura, energía y ganadería. No obstante, la construcción y la agricultura operaron como freno: la primera, afectada por un exceso de lluvias; la segunda, golpeada por una menor producción de soja debido a la sequía moderada.
Pese a esas trabas, Itaú reafirmó su proyección de crecimiento en 4,3% para 2025. El consumo privado seguirá siendo un motor clave, mientras que la inversión pública y el dinamismo de los servicios consolidarán el avance de la economía. La disciplina fiscal también juega un rol: se estima que el déficit se mantendrá en 1,9% del PIB este año, alineado con la Ley de Responsabilidad Fiscal, y bajará a 1,5% en 2026.
El informe subraya que Paraguay continúa siendo atractivo para la inversión extranjera. La previsión es que la Inversión Extranjera Directa represente el 1,5% del PIB en 2025 y ascienda a 2% en 2026, acompañada por reservas internacionales cercanas a los US$ 10.000 millones.
En conclusión, Itaú pinta un escenario optimista pero cauteloso: crecimiento sólido, inflación contenida y disciplina macroeconómica, aunque con riesgos climáticos y presiones externas que podrían tensionar el equilibrio. Paraguay se posiciona, así, como un país que avanza con resiliencia y con fundamentos estables en un mundo que sigue mostrando incertidumbre.
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