“Ellos lo hacen de manera independiente para sus carnicerías. Solicitamos que nos disponibilicen la oferta para venderla en supermercados, pero no cuentan con stock suficiente para eso”, indicó Lezcano. La carne, que según el gremio tuvo un incremento cercano al 20% en el último año, sigue siendo el producto que más presión ejerce sobre el bolsillo, mientras que frutas, verduras y lácteos mantienen precios relativamente estables.
El presidente de Capasu detalló que la reducción podría trasladarse a las góndolas recién cuando los proveedores actualicen sus listas de precios con nuevos costos, ya que los supermercados son “tomadores de precios”. Sin embargo, aún no hubo acercamientos formales con la Cámara Paraguaya de Carnes para coordinar un plan conjunto que permita que estas ofertas lleguen al canal minorista masivo.
Por su parte, Jorge Jermolieff, gerente de marketing de Frigorífico Guaraní, confirmó a nuestro medio que la empresa implementó rebajas en cuatro cortes tradicionales —puchero, peceto, vacío y costilla— exclusivamente en sus tiendas de carne campestre, ubicadas en Limpio y Fernando de la Mora. La promoción, vigente hasta el 31 de agosto, se definió tras la baja del dólar y con el objetivo de “aportar un granito de arena” a la economía de las familias.
“No podemos incidir en el precio de venta del supermercado. Sí hubo una rebaja para ellos, pero esto es independiente a la venta en nuestras tiendas. La decisión fue propia y enfocada en cortes muy consumidos por los paraguayos”, sostuvo Jermolieff.
Desde el sector supermercadista, Miguel Tolces, vicepresidente y vocero de la Cámara de Comerciantes Mayoristas y Minoristas del Paraguay (Comanpar), aclaró que estas rebajas no llegaron a sus miembros. “Seguimos comprando reses y costillas de los frigoríficos con muy poca variación de precio en la última semana. No recibimos ninguna oferta preferencial”, señaló.
Tolces también anunció que mañana se lanza una nueva edición de la campaña “Ahorra PY”, impulsada por Comanpar, que ofrecerá descuentos en productos de consumo masivo no perecederos durante dos semanas. Según explicó, la carne no forma parte de la iniciativa debido a la volatilidad de su precio.
En paralelo, la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC) se pronunció sobre la estrategia del Gobierno de permitir la importación de carne desde Brasil como una vía para enfrentar los altos precios internos, siempre que se respete el principio de libre mercado. El gerente general del gremio, Daniel Burt, destacó que el Gobierno busca soluciones sin distorsionar la oferta y la demanda, y que la importación es una herramienta válida para aumentar la oferta y presionar a la baja los precios.
“Así como está permitido exportar, también está permitido importar, si es que está más barato en otro lado”, afirmó para medios de prensa Burt, quien recordó que toda la carne con hueso, incluidas las costillas, queda en el mercado interno, salvo casos puntuales de exportación a Israel. Incluso, en momentos de alta demanda local, Paraguay ya ha recurrido a importaciones de costillas brasileñas.
Burt también advirtió que el reciente aumento de aranceles a la carne brasileña en Estados Unidos podría llevar a que el país vecino redireccione su producción a mercados clave para Paraguay, como Chile o Israel, generando mayor competencia y precios más bajos.
El panorama muestra un escenario en el que las ofertas actuales benefician principalmente a clientes de puntos de venta propios de algunos frigoríficos, mientras se avanza en un debate más amplio que incluye importaciones, ajustes de costos y consensos gremiales. Hasta que esas medidas se materialicen, el consumidor masivo deberá esperar para ver un impacto real en las góndolas.
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