“Vemos que en el tema de la movilidad hoy en día existe un aumento en el parque automotor”, explica Callizo. Tanto el número de vehículos particulares como de motocicletas ha crecido de manera acelerada, impulsado por múltiples factores, entre ellos “el tema de los refuerzos públicos que tenemos y que hace que mucha gente opte por ese tipo de movilidad”.
El concejal advierte que este crecimiento trae consecuencias: “Aumenta el tránsito, aumenta la contaminación, aumenta la polución sonora, aumentan los accidentes, aumenta los gastos de las personas… la gente tiene que gastar más o endeudarse para sacar una moto, sacar un auto. Pierde tiempo, genera estrés”.
A esto se suma la dispersión urbana. “La gente hoy está más lejos de su trabajo, más lejos de sus amigos, de su familia, de su actividad del día a día y eso también obviamente afecta la calidad de vida”, señala. Esta expansión de la mancha urbana encarece la provisión de servicios: “El gobierno y la municipalidad tienen que gastar más en infraestructura: más calles, más redes pluviales, instalaciones eléctricas… El Ministerio de Salud debe construir más hospitales, el de Educación más escuelas, la Policía más comisarías. Todo eso se podría reducir si la ciudad se densifica”.
Para Callizo, la densificación implica “que la gente viva más cerca de los centros urbanos” y que se apueste por un crecimiento vertical con “edificios accesibles”. Sin embargo, lamenta que “hoy hay muchos edificios pero son inaccesibles para cualquier persona. Vivir en Asunción está bastante caro y se da por este modelo de ciudad que se está llevando a cabo”.
Buses eléctricos y modernización del transporte
El Estado cuenta con una flota de 30 buses eléctricos recientemente adquiridos por una donación de Taiwán, que aún no entraron en circulación. Callizo valora la iniciativa, pero resalta que es insuficiente: “Se aprecia la donación que se hace de otros países, pero 30 no es suficiente. Necesitamos muchos más buses y un reordenamiento de todo el sistema de transporte”.
Actualmente, cada año se pierden alrededor de 100 buses por antigüedad. “En 1998 había 2.500 buses; hoy hay 1.600 para una población mucho mayor. La oferta del transporte público se va achicando porque también la demanda va disminuyendo. Por más de que somos más habitantes, hay cada vez menos gente que utiliza el transporte público”.
En cuanto a medidas inmediatas, Callizo plantea que, “La solución sería justamente la inversión del gobierno en carril exclusivo para buses, mejoramiento de paradas, renovación de las flotas y aumento de la cantidad de buses que hay”.
También propone promover alternativas a los vehículos particulares: “Mejorar las veredas para las personas que caminan, dar seguridad a quienes se mueven en bicicleta, y de esta manera tener distintos modos y alternativas de transporte”.
A futuro, menciona soluciones de mayor escala como “el tren de cercanía o un sistema tipo metrobús” para integrar y agilizar el transporte en el área metropolitana.
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