El informe Panorama global 2026: Financiamiento Estructurado – El crecimiento moderado y la disrupción digital determinarán el desempeño de los activos de Moody's Ratings, además del análisis de economistas locales, como Germán Rojas, Andrés Filártiga y Jorge Garicoche, coinciden en que el nuevo estatus no garantiza beneficios automáticos. Por el contrario, expone con mayor nitidez los desafíos pendientes que definirán el rumbo del país en el mediano plazo
Reforma previsional: el principal desafío estructural
De cara a 2026, la reforma del sistema previsional y de la Caja Fiscal aparece como el reto más complejo y urgente. Para el economista Germán Rojas, se trata de una discusión inevitable. “El status quo no es lo que mejor le hace al país. La reforma jubilatoria es inevitable por razones demográficas y por el cambio en la estructura del empleo”, sostuvo.
La expansión de la economía digital, el crecimiento del trabajo independiente y los nuevos esquemas laborales están tensionando un sistema previsional diseñado para una realidad productiva distinta. Sin avances en este frente, advierten los analistas, el riesgo fiscal podría reemerger y erosionar la credibilidad ganada con el grado de inversión.
Disciplina fiscal: el activo que no admite retrocesos
Otro eje central del panorama 2026 es la sostenibilidad fiscal. Moody’s identifica la disciplina fiscal como uno de los principales activos de Paraguay, respaldada por la Ley de Responsabilidad Fiscal y el fortalecimiento institucional, con hitos como la creación del Ministerio de Economía y la Superintendencia de Pensiones.
Para los economistas, el desafío no será solo mantener las reglas, sino hacerlo en un contexto global más volátil. El grado de inversión obliga a evitar desvíos fiscales, mejorar la calidad del gasto y sostener consensos políticos que garanticen previsibilidad más allá del ciclo electoral.
El contexto internacional y el costo del financiamiento
Desde una perspectiva externa, el panorama 2026 estará marcado por un escenario financiero internacional aún restrictivo. Según el economista Jorge Garicoche, la política monetaria de Estados Unidos, la inflación persistente y la volatilidad de los mercados seguirán condicionando el acceso al crédito. “El financiamiento más barato no va a llegar de inmediato; probablemente recién se vea hacia 2026”, señaló.
Aun así, el grado de inversión mejora el posicionamiento relativo de Paraguay frente a otros países de la región. En un contexto global selectivo, esta ventaja puede traducirse en mayor interés de fondos institucionales y de largo plazo, especialmente en proyectos de infraestructura y energía.
Infraestructura y capital privado: la gran oportunidad
Para Andrés Filártiga, el informe de Moody’s es contundente: el salto cualitativo de Paraguay dependerá de su capacidad para movilizar capital privado hacia infraestructura. “La estabilidad lograda permite atraer fondos internacionales para financiar rutas, puentes, aeropuertos y hospitales, liberando recursos públicos para áreas donde el privado no entra, como la salud preventiva y la educación básica”, explicó.
Este modelo, basado en concesiones y repago por uso, podría convertirse en uno de los principales motores de inversión y empleo en el horizonte 2026-2030. No obstante, el país deberá prepararse para absorber ese flujo de capital: la escasez de mano de obra técnica ya se percibe en sectores clave, y las empresas necesitarán mayor formalización y profesionalización para acceder al financiamiento.
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