El recorrido comenzó en las plantaciones de cítricos, donde los distintos gerentes de la firma explicaron la diversidad de cultivos que manejan. Actualmente, la empresa cuenta con 2.200 hectáreas dedicadas a mandarinas, naranjas y pomelos, con una producción diaria de 300.000 kilos de naranja, de los cuales el 80% se destina al consumo fresco y el 20% restante a la industria para jugos concentrados. Entre las 7 variedades de naranja cultivadas destacan la Valencia, Ombligo, Bonanza y Westin, seleccionadas según la temporada y el destino del producto, ya sea mercado fresco o industrial. Además, se producen guayabas, duraznos y otros frutos para diversificar la oferta y abastecer la línea de jugos y néctares de la compañía.
El proceso de postcosecha es una de las etapas más cuidadosas. Cada fruta pasa por clasificación, selección por tamaño y color, lavado, encerado y secado, asegurando que solo los productos de primera calidad lleguen al consumidor. La fruta destinada a la industria, como jugos concentrados, se procesa, se congela a -18 °C y se exporta principalmente a Europa y Asia, donde se utiliza como insumo para otros jugos y bebidas. "Solo un 20% de la cosecha se destina a la industria, mientras que la mayor parte se comercializa como producto fresco", explicó Fernando Flor, gerente Comercial General de Frutika.
El Grupo Kress también destaca por su impacto social y laboral en la región. En la producción agrícola directa trabajan unas 250 familias, mientras que en toda la empresa se contabilizan alrededor de 800 colaboradores, entre cosecha, operaciones, administración, marketing y comercio exterior. La compañía integra a personal de diversas ciudades del país, incluyendo Asunción y Encarnación, y mantiene una fuerte conexión con la comunidad local de Kressburgo en el municipio de Carlos Antonio López (Itapúa), promoviendo educación, salud e infraestructura.
La innovación es otro eje de Frutika. La empresa no solo busca nuevas variedades de frutas más productivas y adaptadas al clima paraguayo, sino que también renueva constantemente sus líneas de productos y envases. Recientemente, la marca lanzó un nuevo packaging para jugos, buscando acercarse al consumidor con una imagen más fresca y natural. Además, mantiene alianzas estratégicas, como la que tiene con Fortín para la producción de tragos a base de néctar de guayaba, que se distribuyen en eventos y bares del país.
En cuanto a la diversificación agrícola, el grupo mantiene hectáreas de soja, maíz, canola, durazno y yerba mate, aunque algunas no resultan rentables actualmente por el precio de mercado. También se exploran cultivos forestales, como eucalipto, utilizado como biomasa para alimentar las calderas de la planta industrial, buscando eficiencia energética y sostenibilidad.
Pese a los desafíos, como la escasez de ciertos frutos o la competencia con la entrada de frutas de países vecinos a menor costo, Frutika se mantiene enfocada en la calidad y la innovación. "Nuestro principal objetivo es abastecer el mercado local con productos frescos y mantener la exportación de jugos concentrados de alta calidad", señaló Cecilia Zelaya, brand manager de la compañía.
El recorrido de prensa en Kressburgo permitió observar de cerca cómo la empresa logra integrar producción agrícola, procesamiento industrial y comercialización, consolidando un modelo de negocio sostenible y comprometido con la comunidad. Desde la floración de los cítricos hasta la carga final de los productos, cada etapa refleja el cuidado y la precisión de un grupo que apuesta por el desarrollo agrícola y económico de Paraguay.
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