El presidente de la UIP, Enrique Duarte, explicó que a corto plazo la afectación es directa hacia las empresas y a su capacidad para aportar al fisco, en tanto que el Estado deja de percibir millonarios recursos que se mueven dentro del mercado informal, que hoy supera el 40% del Producto Interno Bruto (PIB).
A mediano plazo, según el titular de la UIP, la insuficiencia de recursos afecta a los programas de salud, educación, seguridad y otros, es decir, el declive será más pronunciado. Y a largo plazo las consecuencias son estructurales: menos empresas formales, empleo precario, pocos recursos de parte del Estado para atender las necesidades ciudadanas, compatriotas migrando a otros países en busca de oportunidades que el país no ofrece.
La campaña El contrabando es contra todos, es promovida por la Unión Industrial Paraguaya (UIP) junto a la Cámara Paraguaya de Supermercados (CAPASU).
“Estamos involucrados en el estudio de la modificación del Código Aduanero, buscando endurecer las penas e incluso en el rediseño de algunas instituciones, si es necesario, para darle más eficacia a la lucha”, aseveró.
Así también, criticó la nula acción del Gobierno considerando que los datos están a la vista. En el caso de algunos gremios, el daño está bien identificado. Por ejemplo, la industria avícola estima que el contrabando le hace perder aproximadamente G. 3.000 millones al mes a todo el sector, según Duarte.
El azúcar, otro de los sectores con una marcada afectación, denuncia que aproximadamente 90.000 toneladas de azúcar ingresan cada año de contrabando. Mientras que en el sector cárnico trabajan a un 40% de la capacidad de los frigoríficos, por el ingreso desmedido de contrabando.
“Si nosotros lo sabemos, y si el Gobierno también lo sabe ¿Por qué la lucha no está abocada a terminar con la libre venta del contrabando? Cuando exigimos acciones de oficio oímos toda clase de pretextos”, cuestionó.
Al mismo tiempo, solicitaron más control en las zonas fronterizas, atendiendo que la diferencia cambiaria con los países limítrofes genera este comportamiento ante la falta de patrullaje.
“La justicia debe ser implacable con los funcionarios que colaboran para que el contrabando tenga lugar. Si comenzamos a enviar señales de que la lucha es realmente seria, los resultados no tardarán en manifestarse”, dijo.
Duarte apuntó que si crece el mercado informal, las industrias se vuelven menos competitivas y se precariza el empleo o directamente aumenta el desempleo.
Por su parte, Edgar Cuevas, gerente de la Unidad Anticontrabando de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), remarcó que “podemos decir que históricamente estamos en la peor etapa de invasión de contrabando”.
Para Cuevas, al querer ahorrar, el monto que se cree guardar se debe multiplicar por una masa de población importante, cuyos resultados arrojarán un gran volumen de evasión y por consiguiente pérdida económica que deriva en despidos.
“Tiene relación directa al puesto de trabajo generado que se destruye. Por otro lado, lo que implica en el aporte al fisco. Hay una relación directa con el salario de este funcionario y lo mismo pasa en el sector privado. Esa dimensión es la que se quiere hacer notar”, agregó.
Sobre el déficit fiscal provocado, Cuevas consideró que a su vez implica que el país seguirá endeudándose más. Por consiguiente, esta situación empuja hacia el límite del default.
Lo que dijo el sector retail
“Queremos mostrar que alimentar el contrabando es alimentar la informalidad, la falta de educación, de salud y seguridad”, expresó el presidente de la Capasu, Alberto Sborovsky.
Así, el empresario manifestó que la campaña pretende mostrar el impacto negativo de este delito contra todos los ciudadanos en su día a día.
“Estamos con unos niveles muy altos de evasión. Las diferencias cambiarias con Argentina son demasiado apetecibles para los contrabandistas y siempre que exista el mercado, tendremos que lidiar con esa situación”, señaló.
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