El Banco Itaú, a través de su fundación, además de desarrollar iniciativas propias, hoy día apoya a 17 proyectos culturales y 16 proyectos educativos como dos pilares necesarios para la transformación social. “Estamos convencidos de que cuando nos involucramos, la realidad se transforma”, explicó la directiva.
La profesional no quiso destacar algún logro específico, sino enfatizar que “lo que más nos enorgullece es tener la oportunidad de generar un impacto real en dos áreas que se vieron muy afectadas con la pandemia”.
Sobre las alianzas de la Fundación Itaú, mencionó a Sonidos de la Tierra, Jeporeká, de la mano de Berta Rojas, y Aldeas SOS que abrazaron a niños y jóvenes a través de la arteterapia y el teatro en los momentos más complicados de la cuarentena.
También citó a Abriendo Caminos, el primer laboratorio de creatividad del país, que potencia el desarrollo de personal de la segunda infancia a través del arte y es bálsamo para los niños; Somos Candela y Fundación Arranco que son modelos de educación inclusiva y muestran lo que ocurre cuando se les da una oportunidad a jóvenes con discapacidad intelectual, entre otros.
Potenciar la educación en el 2022
Cáceres adelantó que “el próximo año vamos a estar potenciando más el impacto educativo, ya que somos muy conscientes de que la pandemia agudizó las necesidades del sistema educativo. Estamos explorando iniciativas en el Chaco y otros puntos del interior del país donde realmente podemos hacer una diferencia”.
Para finalizar, la directora invitó “a otras empresas y organizaciones a abrazar a la educación y la cultura, a apoyar proyectos de alto impacto que apuestan a la transformación en pos de un país mejor”.
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