Guillermo contó que El Faro nació hace seis años gracias a una pareja formada por un español y una paraguaya que se conocieron en Barcelona y luego se mudaron a Villarrica. Su idea original fue crear un barrio cerrado con loteamiento y no un resort, pero el proyecto fue creciendo de manera muy orgánica. “Jamás imaginaron que iba a llegar a ser lo que hoy es El Faro”, recordó.
Hace dos años, Guillermo y su equipo se sumaron al proyecto y decidieron darle un empujón comercial importante. Trabajaron con influencers, radios y campañas digitales que ayudaron a posicionar la marca a nivel nacional. Y lo lograron. Hoy El Faro ya es una referencia turística y su sello personal es claro: un hotel literalmente construido sobre una piscina.
Sí, así como suena. Las habitaciones rodean la piscina central y cada una tiene acceso directo al agua, lo que genera esa sensación de “Bora Bora versión paraguaya”. “Vos abrís la puerta y ya estás en la piscina. Eso es lo que enamora a la gente”, explicó Guillermo. A eso se suma un restaurante con gastronomía española (paellas, camarones fritos y más) que termina de completar la experiencia de veraneo sin ir demasiado lejos.
En verano, El Faro vive su momento más fuerte: ocupación completa, mucho movimiento y hasta overbooking. En esta época dominan las familias y parejas que van a desconectarse, aunque el resto del año también llega gente por motivos laborales, eventos y hasta excursiones escolares, aprovechando la ubicación estratégica de Villarrica entre Asunción, Encarnación y Ciudad del Este.
Entre las actividades más populares, el resort organiza eventos tipo sunset con DJ y artistas locales frente a la piscina, mientras que fuera del hotel los visitantes aprovechan la cercanía con Colonia Independencia para recorrer cerros, arroyos y saltos naturales. La tarifa en temporada alta arranca desde 590.000 guaraníes por noche, con desayuno incluido y opciones especiales para aniversarios o momentos románticos. Además, sus espacios se alquilan para casamientos, cumpleaños de 15 y eventos corporativos.
El crecimiento del resort también se refleja en los números: en las últimas temporadas registraron aumentos del 20% en ventas y tuvieron que rechazar más de 1.800 reservas por falta de disponibilidad. Por eso ya planifican una ampliación importante para el próximo año: 25 nuevas habitaciones, parque acuático, spa y sauna, además de programas terapéuticos de una semana pensados para desconexión total.
Mirando más adelante, la idea es expandirse a otras ciudades como Encarnación, aunque Guillermo aclaró que por ahora la prioridad es consolidar su base en Villarrica y mantener el espíritu boutique que los distingue. “Queremos seguir ofreciendo algo personalizado, sin perder nuestra esencia”, concluyó.
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