Según la última Encuesta Permanente de Hogares 2018 (EPH), realizada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec), en nuestro país existen un total de 3.285.378 personas trabajando, unas 109.000 más que en el censo anterior. El 79,1% son hombres y el 55,3%, mujeres. La buena noticia es que la tasa de desempleo disminuyó: fue de 5,9% en el segundo trimestre de 2018. Además, hubo un incremento en la fuerza de trabajo, con 68 mil personas que se sumaron.
No obstante, en la encuesta se encuentra una cifra que señala 207.732 desocupados y unos 172.556 subocupados, hasta el segundo trimestre de 2018.
Esta falta de conexión entre el crecimiento estable (superior al 4% en 2018) y la generación de nuevas oportunidades es un tema a profundizar para este nuevo Gobierno y los distintos gremios empresariales, para que puedan traducir este impulso financiero en nuevas oportunidades para la ciudadanía.
De acuerdo al economista Fernando Masi, para solucionar esta problemática, una de las primeras medidas a tomar es fortalecer la educación.
"Se debe aumentar el gasto social en educación y salud. Si bien hemos disminuido la deserción escolar, aún tenemos que bajar el indicador de 40% de jóvenes que no terminan el colegio. Luego, debemos formar jóvenes en carreras universitarias o en carreras técnicas, que brindan oportunidades a nuestros jóvenes, y en este último caso con menos tiempo de duración", explicó.
Para afrontar a esta problemática, el experto también indicó que deben unificarse criterios entre el sector público y privado, para aplicar acciones directas para la solución definitiva.
A su vez, Masi apuntó que la consolidación de los servicios de salud, también es fundamental para el crecimiento sostenido de esta población trabajadora, ya que, en caso de requerir de este servicio, está completamente seguro de recibir la mejor atención para luego enfocar sus esfuerzos en la consecución de sus objetivos profesionales y los de su compañía.
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