Trindade explicó que el sistema nació con el entramado de madera, un método popularizado en Estados Unidos, donde la estructura se arma en capas que aportan resistencia, aislación térmica, acústica e hídrica. Con el tiempo, esa base evolucionó hacia el steel framing, que reemplazó la madera por acero galvanizado, más estable y duradero. Hoy, la innovación suma también el uso de paneles isotérmicos, conformados por dos láminas de chapa con un núcleo aislante de poliestireno expandido o poliisocianurato.
En Paraguay, Cecatec ya dicta cursos en estas tres modalidades, con una fuerte aceptación. “América Latina avanza en estas técnicas a gran ritmo y con muy buena recepción”, señaló Trindade. Según el especialista, no se trata de una competencia con la construcción tradicional, sino de una opción que aporta velocidad, confort y eficiencia energética, aspectos claves en un país donde las temperaturas extremas y la humedad desafían al ladrillo convencional.
El técnico destacó que el tiempo de ejecución es una de las grandes ventajas: una vivienda con paneles isotérmicos puede levantarse en apenas cuatro días, lista para recibir terminaciones. Esa rapidez no solo permite cumplir con demandas habitacionales masivas (como los programas de viviendas sociales), sino también optimizar proyectos en barrios privados o urbanizaciones.
En cuanto a costos, Trindade aclaró que el factor determinante es la mano de obra. “Al reducirse los tiempos de construcción, baja el impacto de los costos laborales. Eso no significa perder empleo local, sino generar más viviendas en menos tiempo y beneficiar a más familias”, subrayó. Además, al mejorar la aislación, se logra menor consumo energético y un ambiente interior más saludable.
Sobre este último punto, Trindade hizo una advertencia: “El ladrillo acumula calor en verano y frío en invierno. En Paraguay eso implica casas difíciles de climatizar y con problemas de humedad y hongos que afectan directamente la salud de la gente”. Frente a eso, los sistemas en seco reducen condensación y permiten una calidad de vida más confortable.
El director de Cecatec también valoró que estas técnicas no excluyen a la construcción tradicional, sino que incluso aportan soluciones para mejorarla. “Un simple revestimiento en EPS con revoque adecuado puede darle a una vivienda de ladrillo un nivel de aislación que cambia radicalmente la experiencia de habitarla”, ejemplificó.
En Uruguay, Argentina y Brasil, los gobiernos ya incorporaron estos sistemas en planes de viviendas sociales y proyectos de infraestructura. Paraguay, en esa línea, empieza a dar sus primeros pasos con capacitaciones como las que Cecatec realizó recientemente en Itá, donde formaron a profesionales en montaje de paneles isotérmicos.
El interés local no es menor: arquitectos, ingenieros, emprendedores y hasta familias completas se inscriben en los cursos, buscando aprender y hasta construir sus propias casas. “El paraguayo invierte en su formación, y eso nos sorprende gratamente. Nosotros vinimos para quedarnos, instalamos la empresa en el país y ya aportamos nuestro IVA. Creemos que Paraguay merece esa seriedad y actualización”, afirmó Trindade.
Mirando a futuro, el técnico proyecta un crecimiento sostenido en toda la región: “La construcción en seco dejó de ser rival de la tradicional. Hoy conviven, y cada vez más familias la eligen porque entienden que una vivienda también debe evolucionar, al igual que la tecnología que usamos todos los días”.
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