Britos integra la Selección Paraguaya de Karate desde los 12 años y ha representado al país en múltiples competencias internacionales. Esta última victoria fue especialmente significativa, ya que se trató de una de las principales competencias del año para el equipo nacional. “Por suerte se me dio la dicha de poder traer la medalla dorada al país”, expresó con emoción.
La preparación que lo llevó al podio fue intensa. Iván entrena seis días a la semana, combinando sesiones de karate con preparación física. “Todos los días son importantes de preparación para llegar a la competencia en un estado óptimo”, explicó. Su constancia le permitió llegar en un excelente nivel a Recife, donde enfrentó a los mejores atletas del continente.
Durante el campeonato, Iván debió medirse con competidores de todos los países de Sudamérica. Aunque todas las peleas representaron un desafío, fue la final la que más exigió su concentración y estrategia. “Siempre las finales son las que más se analizan, las que más se piensan. Ya había peleado varias veces contra ese rival, y por suerte esta vez volví a salir victorioso”, relató.
Sobre el arbitraje, Britos prefiere enfocarse en lo que está bajo su control. “Siempre trato de enfocarme en lo mío, en lo que depende de mí”, dijo. Su mentalidad está clara: usar sus habilidades y preparación para definir el resultado por mérito propio, sin distraerse con factores externos.
El camino hasta Recife no lo recorrió solo. Iván destacó el apoyo recibido por parte de la Federación Paraguaya de Karate, el Comité Olímpico Paraguayo y la Secretaría Nacional de Deportes, instituciones que resultaron claves para su desempeño. “Sin ellos no sería posible llegar hasta la medalla de oro”, aseguró.
Además del orgullo que representa traer una medalla al país, Iván tiene un compromiso con inspirar a otros jóvenes. A quienes aún dudan en dar ese paso hacia las artes marciales, les recuerda que este deporte enseña valores fundamentales como el respeto, la disciplina y el autocontrol. “Lejos de volverte violento, te convierte en una mejor persona”, afirmó.
Iván ya tiene la mira puesta en su próximo objetivo: los Juegos Bolivarianos, que se disputarán a finales de noviembre. Pero su gran sueño está más allá: “Mi meta a mediano plazo es ser campeón del mundo en mi modalidad”, confesó con determinación.
Iván Britos no solo representa al Paraguay en el tatami, sino que también simboliza lo que puede lograrse cuando el talento se combina con esfuerzo, valores y pasión. Su historia es una muestra de que el deporte paraguayo tiene potencial para brillar en cualquier escenario.
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