En la presentación, Cristaldo mostró que existe una diferencia de 93.275 hectáreas más, en comparación a la superficie de 2019. Con esto se alcanzó un área de siembra de 3.637.511 hectáreas en esta temporada. Los departamentos de San Pedro, Caaguazú, Itapúa, Alto Paraná y Canindeyú son las zonas con más influencia sojera.
“Venimos de un año muy malo para la cosecha, como fue el 2019, cuando hubo una merma de casi el 24% en la producción, por eso se tenía incertidumbre si la situación financiera atravesada iba a permitir repuntar esta tendencia. Pero en definitiva se tomaron las medidas correctas y se recibió el respaldo necesario para terminar sembrando más en más superficie de cultivo. Existen zonas que redujeron su cantidad de superficie, pero a la par, otras crecieron de forma considerable”, agregó.
Otro dato relevante es la participación de los pequeños productores, que representan el 23% de la producción de granos, especialmente de soja. “Esta tendencia empezó a manifestarse desde el 2009-2010, cuando los productores migraron del rubro algodonero u otros rubros afines a este segmento por los rendimientos”, expuso.
Sobre el rendimiento, Cristaldo manifestó que por causa de la cuarentena todavía no se puede conocer con exactitud la cifra final, pero indicó que probablemente repunte la proyección inicial y se alcance cerca de 10.5 millones de toneladas en todo el territorio.
“Desde el punto de vista productivo es un buen año que marcó la recuperación en rendimiento, pero desde el punto de vista comercial se marcó una caída importante en los precios. Se previó que el precio para el productor rondaría los US$ 300 por tonelada, aunque hoy la realidad muestra que el precio es variable y está por los US$ 250 a US$ 260”, reconoció.
Además, un 40% de la producción no se comercializó y es posible que se negocien en las próximas semanas, detalló. Al mismo tiempo, confirmó que los granos son almacenados con absoluta normalidad y que los silos tienen una capacidad disponible.
Panorama internacional
China absorbe el 67% del mercado de la soja, pero como no existe una relación diplomática con este país, el universo de comercialización se limita a un 33% de países consumidores de soja, según Cristaldo.
Entonces, con la situación actual y una baja en el consumo en China, otros países productores están comercializando al 33% de los consumidores y se genera una mayor competencia entre las empresas, de acuerdo a Cristaldo.
“Es difícil recomendar o hacer proyecciones porque el escenario es muy cambiante”, afirmó.
Por último, Cristaldo indicó que un inconveniente actual al momento de exportar es el bajo nivel de los ríos, se están cargando las embarcaciones al 70% de su capacidad y la navegación es menos fluida. Por esto, solamente se envió un 25% de la cantidad de granos comercializados.
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