“Es importante limpiar el rostro para eliminar residuos acumulados, incluso si no se utilizó maquillaje. La piel absorbe partículas contaminantes del ambiente, como el polvo y los gases de vehículos, que penetran los poros, causando opacidad y sequedad. Por ello, la limpieza nocturna es clave, seguida de la aplicación de productos como cremas hidratantes o regeneradoras, que ayudan a reparar los daños sufridos durante el día”, indicó María.
Para la especialista en cosmetología una de las zonas más delicadas de la piel es el contorno de los ojos ya que es propensa a mostrar signos de fatiga o daño. Además, es crucial dormir las horas necesarias para que la piel tenga tiempo suficiente de regenerarse.
Por la mañana, Moleda recomienda tener una rutina de limpieza. “Debemos ir eliminando los restos de productos aplicados la noche anterior y cualquier nueva acumulación de impurezas. Posteriormente, se debe aplicar un protector solar, independientemente de si es verano o invierno, ya que los rayos UV están presentes todo el año” dijo.
Para medir la necesidad de usar protector solar se puede verificar el índice UV a través del pronóstico del tiempo en el celular. Si el índice es superior a 3, Moleda recomienda aplicar protección solar, lo cual es esencial en regiones con una alta radiación solar.
“El factor de protección solar (FPS) es un indicador del tiempo que el protector solar puede proteger la piel, es recomendable usar productos con FPS de 30 a 50. Por ejemplo, un FPS 50 puede ofrecer hasta ocho horas de protección, lo cual se calcula dividiendo el número del FPS por 60 minutos. El protector solar debe aplicarse por la mañana, antes de salir de casa, para garantizar una cobertura completa durante las primeras horas del día. En situaciones de exposición prolongada al sol o actividades como nadar, es necesario reaplicar el producto cada dos horas” aseguró la experta.
Existen dos tipos de protectores solares: químicos y minerales. Los químicos actúan absorbiendo los rayos UV y liberándolos en la piel, lo que los convierte en una opción más ligera y menos pegajosa. Estos deben aplicarse 30 minutos antes de la exposición al sol para que puedan empezar a actuar.
Los protectores minerales, en cambio, actúan como una barrera física que refleja los rayos UV. Aunque son más gruesos y dejan una capa visible en la piel, son más recomendables para personas con pieles sensibles.
Moleda destacó que es importante también proteger otras áreas del cuerpo que muchas veces se olvidan, como las manos, los pies, el cuello y el escote. “Estas zonas están igualmente expuestas a los rayos UV, especialmente mientras se conduce, ya que los parabrisas no bloquean completamente la radiación ultravioleta. Incluso para las personas que desean tomar sol es importante preparar la piel previamente con una ligera exfoliación para eliminar células muertas, seguida de la aplicación de cremas”, recomendó.
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