Profesional de dermatología clínica, estética y quirúrgica, miembro representante por Paraguay en el Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología (CILAD) y docente de la Universidad Nacional de Itapúa, la doctora González predispuso distintas consideraciones a tener en cuenta para mantener una piel de aspecto y estado saludable.
Primordial: reducir el tiempo de las duchas calientes
El cuerpo humano cuenta con un sistema de protección graso en el órgano más extenso, la piel, conformado por ácidos grasos: se puede imaginar como un manto que recubre la superficie de la piel, protegiéndola y manteniéndola hidratada. Este sistema se denomina manto hidrolipídico, la profesional lo comparó con la cáscara de una fruta, por ejemplo, la de una manzana, que la mantiene lo más protegida posible de factores externos; pero en invierno, esta protección puede ser alterada por las altas temperaturas del agua de las duchas.
“En invierno es muy frecuente que nos bañemos con agua a una temperatura mucho más elevada. Esto hace que retiremos, sin saber, toda esa protección, y sobre todo si usamos dermolimpiadores con ph alcalino, como jabones en barra. Lo ideal es usar limpiadores que respeten el ph de la piel: jabones syndet de ph 5.5”, aconsejó.
También señaló que luego de las duchas calientes, es importante humectar la piel. “Puede ser con leches, emulsiones, lociones, cremas y bálsamos, sobre todo en la piel atópica, es decir, la piel de personas que no producen los ácidos grasos necesarios, entonces necesitan un refuerzo mayor a lo usual”, afirmó.
Menos calor, misma radiación
El rostro es la región más expuesta en invierno, así que no por las bajas temperaturas se debe dejar de lado el uso de protector solar. “La sensación de daño es menor por la temperatura, pero la radiación sigue siendo la misma”, subrayó.
Para el cuidado del rostro, la zona de la piel más expuesta en invierno, recomendó la aplicación de labiales protectores, también dermatológicamente aprobados. Recordó también para esta y otras regiones expuestas al realizar actividades físicas, utilizar cremas hidratantes ante la posible irritación de las mejillas por el golpe del aire frío, ya que tanto como el calor, afecta a la piel.
Cuidado con la deshidratación de niños y adultos
“Los cuidados los deben tener todos, niños y adultos, pero los niños tienden a perder más rápidamente agua por la piel”, advirtió la profesional, por lo que enfatizó tener mucha atención con el tiempo de baño de los pequeños, y de la misma manera, aplicar hidratación.
La resequedad y la deshidratación, también pueden verse aumentadas por el uso de estufas. “Esto se debe tener en cuenta: al momento de colocar una estufa en la habitación, colocar humidificadores dentro de la habitación, o recipientes con agua, ya que las estufas aumentan la pérdida insensible de agua”, aseveró González, refiriéndose a la pérdida de partículas invisibles de agua, que se pierden regularmente por evaporación de las vías respiratorias y emanación de la piel, lo que supone unos 700 ml al día, pero se incrementa mediante el uso de dichos artefactos.
Aumento de ciertas enfermedades y manifestaciones de COVID-19
Además de poner en práctica las precauciones mencionadas, la profesional mencionó las enfermedades más frecuentes de la piel en invierno y cómo remediarlas, tales como la dermatitis atópica -aumento de la picazón en los pliegues del tejido de la piel-, que se puede contrarrestar con la correcta ingesta de agua.
Recalcó también la importancia de exigir como público e intentar desde el lugar de los comerciantes, que las empresas empleen jabones adecuados, no detergentes, que pueden producir eczemas (lesiones) en las manos.
Sobre la aparición de manifestaciones cutáneas por coronavirus, expuso: “Existen varias manifestaciones en la piel y de distintas formas: urticarias (ronchas rosáceas), vasculares por microtrombos que producen una coloración azulada en la piel de los dedos. Por eso se adopta cada vez más la denominación de síndrome inflamatorio relacionado al covid, más que solo una infección viral respiratoria. Es importante saber que ante la aparición de estos síntomas, se puede pensar en la probabilidad de contagio de este virus”, consideró la profesional.
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