En el territorio nacional se calcula que existen alrededor de 11 especies de maní silvestres y aparte de ellos, el ingeniero refirió que en el IPTA cuentan con otros 300 tipos de maní que conservan y también son tratados en el IPTA para su utilización en las cerca de 25.000 hectáreas de cultivos que existen en el territorio nacional.
El consumo de maní favorece al sistema cardiovascular y ayuda a reducir el colesterol malo gracias a su alto contenido de magnesio, cobre, antioxidantes como el resveratrol y grasas insaturadas, las cuales hacen que cada vez más personas incluyan a este superalimento en su alimentación diaria ya que, además, contribuye a prevenir enfermedades derivadas del estrés oxidativo.
En cuanto a la producción del maní, Mendoza sostuvo que su cultivo es limitado y que teniendo en cuenta que es una planta autóctona y, por tanto, tiene una alta adaptabilidad a climas adversos como las altas temperaturas y hasta a las sequías, además de ser resistente a varias plagas y enfermedades de la región, por lo que considera que faltaría aumentar su producción mediante el uso de las variedades mejoradas y la aplicación de tecnologías de fertilización.
Este aumento de la producción beneficiaría no solo al consumo local, sino también para los distintos mercados a los que llega el maní nacional, como por ejemplo el argelino al que recientemente se envió cargamentos por valor de US$ 183.100 reforzando la presencia de productos de la agricultura nacional en África, según datos del Ministerio de Industria y Comercio (MIC).
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