Durante el International Balloon Fiesta, uno de los encuentros más importantes del calendario turístico, la agencia había planificado trasladar a un solo bus de pasajeros. Sin embargo, la demanda superó cualquier estimación y finalmente gestionó ocho colectivos, mientras que en total, entre varias agencias, se alcanzó la cifra récord de 30 buses en movimiento. El dato no solo marca un hito para la firma, sino que también ilustra cómo eventos de esta naturaleza dinamizan al sector y multiplican las oportunidades para los operadores locales.
Aloha Aventura comenzó como un emprendimiento familiar, impulsado por Rodrigo Doldán, quien en un inicio alquilaba unidades para pequeñas excursiones en el interior del país. Con el tiempo, la empresa incorporó su propio bus y un equipo de 15 personas, entre guías, choferes y coordinadores, que acompañan las actividades. Según su propietario, esta cercanía con los pasajeros fue clave para fidelizar clientes y diferenciarse en un mercado que cada vez suma más competidores.
Más allá del crecimiento de su estructura, la agencia refleja otra tendencia del turismo paraguayo: la diversificación de la oferta. En el último año, además de los viajes de recreación, incorporó traslados para instituciones educativas y excursiones escolares. Incluso llegó a organizar salidas internacionales a destinos como Brasil y Argentina, principalmente en la modalidad de viajes estudiantiles.
Los operadores coinciden en que el turismo interno se ha fortalecido en los últimos años, acompañado por un mayor interés de los paraguayos en descubrir atractivos locales y participar de eventos culturales y recreativos. Doldán reconoció que cuando inició el proyecto pensaba que la actividad sería fuerte solo en verano y fin de año, pero se encontró con una demanda sostenida durante todo el año. Este comportamiento se alinea con la estrategia de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), que busca promover un flujo turístico más estable, con ofertas de temporada baja y la profesionalización de los servicios.
En cuanto a la capacitación, Aloha Aventura trabaja con guías habilitados por la Senatur, un aspecto que se ha vuelto cada vez más relevante para garantizar experiencias de calidad. Este punto también evidencia un cambio en la percepción de los viajeros, que hoy valoran no solo el destino, sino también la organización, la seguridad y la información que reciben durante las excursiones.
De cara al futuro, los planes de la agencia están orientados a consolidar los productos ya existentes, como los tradicionales viajes de fin de año hacia Encarnación, además de reforzar el segmento educativo. La expansión del turismo estudiantil se perfila como un nicho con gran potencial, ya que combina recreación con aprendizaje y facilita el acceso de jóvenes a destinos cercanos e internacionales.
La historia de Aloha Aventura es solo una muestra del movimiento que atraviesa el sector turístico paraguayo. Cada vez más emprendimientos surgen en distintas ciudades del país, ampliando la oferta y generando competencia, lo que a su vez impulsa mejoras en los servicios. La participación en eventos masivos y la creciente cantidad de viajeros reflejan un escenario de oportunidades que trasciende a las agencias y alcanza a toda la cadena de valor del turismo, desde el transporte hasta la gastronomía.
En un contexto de mayor dinamismo, la experiencia de Aloha confirma que el turismo en Paraguay se consolida como una actividad capaz de generar empleo, innovación y nuevas experiencias para los viajeros, consolidando al sector como un actor cada vez más relevante dentro de la economía nacional.
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