El estudio de Havas presentó nuevas actitudes entre prosumers argentinos y argentinas demostrando cómo el género es mayoritariamente percibido como una dimensión líquida, abierta a la elección de cada persona. El poder de influencia en el entorno de los prosumers adelanta actitudes que crecerán entre el público general en los próximos 18 meses. De ahí la importancia de este estudio.
La presentación de los resultados completos se realizó el pasado 30 de noviembre en la sede de la colección de arte Amalia Lacroze de Fortabat de la Ciudad de Buenos Aires, frente a un auditorio conformado por destacados anunciantes y un panel especializado. Victoria Capellini y Ernest Riba, del equipo de estrategia e investigación del Havas, estuvieron acompañados por Soledad Vallejos, periodista y miembro del movimiento Ni una Menos; Natalia Gherini, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género; y Liliana Hendel, periodista y coordinadora de la Red Internacional Periodistas con visión de Género en Argentina.
Si bien este reporte no corresponde a nuestro país, es digno de tener en cuenta ya que históricamente Paraguay ha mirado hacia los países de la región como Argentina, en un intento por encontrar nuevos paradigmas.
Pues bien, el evento de presentación de los resultados en el país vecino se enfocó específicamente en la representación femenina y su mirada desde los prosumidores, tomando tres ejes centrales: “El feminismo, un asunto de naming”, “Roles, donde lo pre-establecido manda” y “Masculinidad, el deber-ser en la mira”.
Bajo el primer tópico, Havas reveló que, si bien las desigualdades son vistas y criticadas por los prosumers argentinos, sólo un 19% de ellos se definen como feministas, lo que demuestra la confusión alrededor de las ideas acerca del feminismo y la deformación cotidiana del significado del término.
En relación a los roles, el estudio de Havas pone de manifiesto cuán difícil les resulta a los argentinos y argentinas, desprenderse de los mandatos que asocian al hombre con liderazgo y fuerza y a la mujer con cuidado y servicio, si bien al mismo tiempo crecen las características superpuestas en ambos géneros.
Por último, respecto a la masculinidad, se percibe todavía resistencia entre los hombres a ganar espacios tradicionalmente femeninos, y persiste la creencia de que deben mostrarse siempre fuertes y viriles, lo que sugiere que las imágenes de género también implican limitaciones para los varones.
“Cuando vemos que el 61% de los prosumers argentinos y el 55% del promedio global están afirmando que no creen en los sexos establecidos y que el género es fluido, nos están dando el pulso de lo que se vendrá en el corto plazo en la población general”, señaló Ernest Riba durante la ponencia de los resultados. En tanto, Victoria Capellini destacó: “En el último tiempo se logró mayor visualización de las desigualdades entre sexos en diferentes ámbitos. De hecho, en nuestro país el 53% de los prosumers reconocen que las mujeres tienen derechos, pero no poder real. Ahora es momento de revertir esta situación, lo cual implica una profunda revisión de aspectos culturales en todas las sociedades”.
El siglo XX ha sido el período donde las mujeres han conseguido mayores derechos básicos, pero aún resta un largo camino por recorrer. “Un futuro sin género” plantea las claves de los cambios que se avecinan, donde las personas se muestran cada vez más abiertas y respetuosas de la diversidad y bregan por un futuro más igualitario.
Los resultados de este estudio de Havas Group recuerdan un reciente artículo publicado en The New York Times, que nos alerta de la imponente brecha que existe entre lo que creemos que debe ser en cuestiones de igualdad y de relacionamiento de género, y nuestros actos cotidianos. Existe una aparente intención de zanjar dicha diferencia, pero aún queda camino por recorrer antes de conseguirlo.
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